lunes, 5 de octubre de 2015

El colmo de los colmos

No tengo tiempo de escribir aquí. Os lo explicaría pero, ¡oh, sorpresa!, no tengo tiempo de explicároslo. Pero lo que me ha pasado esta noche lo tengo que contar porque es el colmo. No, no, el colmo no. El colmo de los colmos.

Ya he dicho por aquí que estoy atravesando la mayor sequía sentimental de la historia. Creo que la razón principal es que no tengo materia prima para empezar nada porque no conozco chicos de ninguna clase, edad, ni condición. ¿Que por qué? Sí, exactamente, porque no tengo tiempo. ¿Cómo lo habéis adivinado?

El caso es que, dada esta situación, mi vida sentimental se reduce a la pequeña pantalla. Me voy a explicar. Yo veo un trozo de una serie (porque SORPRENDENTEMENTE no tengo tiempo de ver un capítulo entero), localizo al bueno de la historia, al típico prota listo, simpático, honrado, angelical y con cara de no haber roto un plato en su vida y me enamoro de él. No tengo tiempo de darle más vueltas.

                                                                               (De este, por ejemplo)

Hasta aquí todo normal. Triste, pero normal. El COLMO ha venido esta noche, que he soñado con él. Que vosotros diréis: los sueños son gratis, habrás soñado una historia de amor épica e inolvidable para compensar la sequía sentimental real, ¿no? Pues no, hijos míos, no, ya me gustaría.

He soñado que conocía al actor real de la serie, Sean Berdy, que igual que en la ficción, es sordo. Como no tengo tiempo tampoco en los sueños y como lo poco que aprendí de lengua de signos lo tengo en los talones, el chico hablaba perfectamente (además en español), que si no, no nos íbamos a entender. Mis sueños ahí, abriendo caminos para el amor. 

Aunque ya que se ponían a abrir caminos, podrían haber traído al personaje de Sean en la serie, Emmet, que es el que a mi me gusta. Contra Sean no tengo nada, pero como no lo conozco me lo he tenido que inventar en mi ficción onírica. Y ha sido un fiasco total.

Porque, en mi sueño, Sean era un actor acabado, en el ocaso de su carrera, un amargado de la vida que no tenía donde caerse muerto. Y sí que intentaba ligar conmigo, si... pero para encontrar un sitio en el que dormir en su última noche en Speedytown. Un caradura, vamos

Yo es que flipo. En medio de la mayor sequía sentimental de la historia mis sueños se dedican a minarme la moral. Esto es de juzgado de guardia. Tendría que ir a la Oficina de Creación Onírica de mi cerebro, montar un pollo y poner una reclamación. 

Porque no tengo tiempo, que si no...

7 comentarios:

  1. La verdad es que es el colmo de los combos de la mala pata tu sueño, sin duda. A ti te hace falta un delorian o algo así para poder tener el tiempo que necesitas. O dias de 48 horas, ¿no?

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  2. Te entiendo perfectamente, yo ahora me dedico a enamorarme de actores/cantantes que veo en el teatro o en conciertos. De dos me he enamorao este año, así a lo loco. Pero mucho.
    Sobre los sueños, yo una vez soñé maravillosamente con Kenneth Branagh, qué guay fue. Y una vez con un profe de la Uni del que no estaba enamoraba, pero sí que era majísimo. Pero lo de soñar que tu último amor es un cutre... jo, qué rabia.

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  3. Los hombres oníricos son todos unos caraduras. xD

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  4. A ver, los sueños duran poco, por eso la idea era pasar sólo una noche juntos. Si quieres un romance decimonónico tendrás que dormir muchos días seguidos ;P

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  5. Cambia el tipo de serie que ves antes de dormir ... la culpa es del personaje que es aburrido hasta en sueños.

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  6. Ja, ja, ja.....
    Tú y tu mecanismo.
    Tus sueños son una proyección de tu consciencia.

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  7. Holden, efectivamente, ESA es mi solución, días de 48 horas. ¿Dónde los compro?
    Nisi, ¡otra de mi club! ;P Y sí, lo de sueños cutres da rabia, no lo sabes tú bien ;P

    Tarambana, va a ser eso, sí...

    Doctora, ah, bueno, si es una cuestión de duración de sueño yo duermo lo que haga falta. Cuando tenga tiempo, claro ;P

    PapaCangrejo, pobre Emmet, qué va a ser culpa suya si es un santo y un amorrr!! La culpa es de mi cerebro, que me quiere hacer la púa jajaja

    Pseudo, eso es precisamente lo que más me preocupa jajaja

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.