miércoles, 30 de enero de 2013

Comentando a los comentaristas

En la fauna blogueril hay muchos especímenes interesantes y si me pongo a describirlos a todos no acabaría hasta el 2017, así que por ahora me voy a centrar en una de mis especies favoritas: los comentaristas.

Porque a ver... los lectores corrientes y molientes molan. Son individuos que pierden parte de su tiempo leyendo las lerdeces que muchos escribimos por aquí, lo que ya de por sí les garantiza un sitio en el cielo o una invitación de por vida a cañas semanales (lo que prefieran). Pero los comentaristas son lectores que han digievolucionado para ser capaces de vencer la pereza, salir del reader, entrar en el blog, suscribirse, pensar un comentario y dejarlo por escrito. ¡Ahí es nada! Los comentaristas son una versión ampliada y mejorada de sus antepasados lectores, son lectores premium que se dividen en diferentes subclasificaciones:

-Los comentaristas hincha-ruedas
Esos hiper-mega-super positivos que siempre encuentran la forma de animarte cuando te sale una entrada quejica de lloriqueos. Y que les molan tus aficiones. Y que se descojonan con los posts de lerdeces. Y que en general son amibilisisisimos full time. Esa gente que te da ganas de que el ordenador tuviera un botón para darle y que le saliera de la pantalla al comentarista un grifo de cerveza para que se sirviera él mismo la caña que se merece por cada uno de sus comentarios.

-Los comentaristas abonados
Los que no fallan: llueva o haga sol, sea lunes o viernes, te haya salido una entrada chula o un post coñazo... ahí lo tienes, su comentario. Esos que son tan tan tan cumplidores que cuando falta su aportación, en vez de pensar que se han ido de vacaciones o que han encontrado un novio estupendo con el que se dan tantos besos que no les queda tiempo para nada más, piensas: "Qué raro, no ha comentado, a ver si le ha pasado algo malo..."  En plan madre paranoica, sí.

-Los comentaristas especializados
Los que no comentan habitualmente pero aparecen SIEMPRE en entradas de temas concretos: de libros, de cine, de música, de amoríos... Esos que parece que no están, pero que sabes que siguen allí porque cuando se toca su negociado, no fallan.

-Los comentaristas adivinos
Estos me flipan. Los que SIEMPRE saben lo que quieres decir en realidad, por mucho que lo escondas, lo disfraces o lo disimules con complicadísimas metáforas. Aunque seas enigmático, críptico a más no poder, cambies nombres, fechas, edades y lo cuentes todo a medias, ellos ¡ZAS!, te cazan. Que piensas: "¿Tienes un microchip en mi cerebro? Y en ese caso... ¿cómo soportas oír mi caos de pensamiento todo el día?"

-Los comentaristas semianonimos
Los que firman con un nombre sin link o los que hacen de "anónimo" su apelativo y para identificarse le añaden detrás otro nombre, o un número, o una inicial. Esos "anónimo algo" que después de tanto comentar son de todo, menos anónimos, porque te da la sensación de que los conoces y que anónimo es un nombre tan común como Pepe o María.

-Los comentaristas microblogueros
Los que tienen tanto arte comentando y hacen comentarios tan cuidados, pensados, originales y bien escritos, que con como mini-entradas de un blog. Que si es un comentarista bloguero, pues no te pilla tan de sorpresa, porque ya le lees en sus dominios. Pero cuando son comentaristas no blogueros piensas: "¿Pero qué haces sin un blog? ¡Tira a hacerte uno pe-ro-que-ya! Y yo dejo el primer comentario, no te quepa la menor duda"

-Los comentaristas "soluciones"
Pues eso, los que siempre intentan dar remedios, pero de los de verdad, nada de consejos generales. Que se te ha salido la cadena de la bici, "haz esto y esto". Que no encuentras lecturas divertidas, "prueba con lo otro y lo de más allá". Que te han roto el corazón, "chocolate, risas, juergas y en general, ajo y agua". Pues eso, soluciones.

Quedan muchas subclasificaciones más (los comentaristas guadiana, los que dejan un comentario una vez y nunca más se supo, los muy muy muy serios, los que siempre dan su testimonio...) pero lo voy a dejar aquí, porque si no, nadie va a llegar a terminar de leer esta entrada y no habrá comentarios. Ni comentaristas. ¿Y entonces sobre qué íbamos a comentar? ;P

lunes, 28 de enero de 2013

Echar de menos

Son curiosas las cosas que se echan de menos, ¿no? Te pasas las vacaciones en la playa y cuando vuelves a la ciudad puedes pasar sin la arena, el mar, el sol, la brisa e incluso las siestas interminables en tumbonas y hamacas. Pero te quedas sin las cañitas de última hora de la tarde en la terraza del paseo marítimo y la vida se vuelve más gris.

Tres cuartos de lo mismo, pero al revés, ocurre con lo malo. Rezongas a todas horas de lo llena que estaba la casa de tus padres cuando vivías con tu familia en pleno: habitaciones compartidas, desorden por todas partes, baño lleno siempre a la hora de ir a trabajar, gente tocando tus cosas sin tu permiso, bullullu, caos, locura a tutiplén... el ho-rror. No ves la hora de vivir sola para disfrutar de un poco de tranquilidad y cuando lo consigues por fin... echas de menos el barullo. Esto es así. Por supuesto, lo niegas, claro, y mucho más delante de tu familia, pero tanto silencio te cansa y casi que prefieres el ruido, aunque sea un poco locura.

Yo... echo de menos esa mirada. Las risas, las cenas, los besos, los viajes, la conversación, los planes, los amigos y las caricias también, claro. Pero sobre todo esa forma de mirarme.

viernes, 25 de enero de 2013

Pasopalabra

Tal y como está el tema, esto de escribir algo medio entretenido se está poniendo cada vez más cuesta arriba. Porque chico, te pones a eliminar entradas que no quieres hacer, y te quedan muy pocas opciones. Piensas:

-No voy a dar más la brasa con mi particular tortura germana porque falta un mes para el examen y me temo que el asunto va a aparecer por aquí más de una vez. Así que mejor empiezo a dosificar, que si no terminaré consiguiendo que os abráis las venas con la cuchilla del sacapuntas para no aguantar más mis chapas.

-¿Más posts quejicas, de penas y lloriqueos? No gracias. (¿A que os he leído el pensamiento? Es mi nuevo superpoder.)

-Tampoco es cuestión de hablar de lo rápido que crece la empresa pública más numerosa de España y de que cada vez hay más gente que tiene todo el día libre para sentarse a ver la vida pasar. Ya hay casi 6 millones de "afortunados" que no salen de casa cada día para trabajar y no precisamente porque les haya tocado el sueldo para toda la vida de Nescafé.

-Y desde luego paso de hablar de sobres y sobresueldos, Amys y otras columnistas falsas, condes y duques empalmados y demás maravillas de la actualidad política española. Paso, paso, paso.

Pasopalabra.

Me pido el comodín del público y hoy no escribo entrada. Esto es más que nada pasar a saludar y desearos feliz fin de semana. Así que eso: a descansar, a divertirse... y por la sombra, bombones.

miércoles, 23 de enero de 2013

Aprender a ligar en alemán

Hay que ver, los libros de alemán se están modernizando a pasos agigantados. ¿Adivináis cuál es la lección que acabamos de empezar en mis clases de este idioma? "Ligoteo: principios básicos". ¿Qué? ¿Cómo os quedáis?

Pues me imagino que igual de flipados que yo cuando leí de qué iba el tema, porque claro, después de dar las partes de la vivienda, medios de transporte, prendas de ropa y tipos de comida, que me salieran con el vocabulario relacionado con la búsqueda de pareja, me pilló un poco fuera de juego. Pero luego me imaginé a Hermann (que es el autor de mi libro de alemán) tomándose unas cañas con Christina y Silke (que son las coautoras) y lloriqueando porque no encuentra a la mujer de su vida ni a tiros. Y las otras dos, que ya no saben qué más decirle para mejorar su trayectoria emocional, le sueltan:

-Pues chico no sé, mete el tema en la lección 6, haz ejercicios con preguntas y que los chavales que aprenden alemán nos den ideas, que de algo nos tiene que servir estar escribiendo este tostón de libro.

Así que Hermann, ni corto ni perezoso, introduce el asunto en la lección 6, aunque eso sí, empieza flojito, como haciéndose el longuis:

-Ejercicio 4: Leute kennen lernen. ¿Cómo se puede conocer gente? ¿Dónde conociste a tus amigos? ¿Y a tu pareja?

-Huyyyyyyyy, Hermann, hijo, esa es la pregunta del millón. Para hacer colegas vienen muy bien cursos de todo tipo. Pero te digo que yo he dado clases de teatro, escritura, esgrima, buceo, lectura dramatizada, improvisación, narración oral, monólogo cómico, japonés, inglés, alemán, lengua de signos y mil cosas más que ahora mismo no recuerdo y el hombre de mi vida no termina de localizarme. Pero bueno, que eso no significa que te vaya a pasar eso a ti, ¿eh? ¡ANIMEN! (o como se diga en alemán)

Hermann ve claro que por este camino no llega a ningún lado y mete la directa

-Ejercicio 5: Partnersuche mit dem Computer. Consejos para buscar pareja por ordenador

-Pues chico, aquí poco te puedo ayudar, porque a mí no me va mucho esto de las páginas de contactos y no las conozco demasiado. Pero oye, te podías abrir un blog, que sé de mucha gente que ha conocido a sus actuales novios/as (en varios casos incluso maridos/mujeres) gracias a su rinconcito en la blogoesfera. Eso sí, tampoco te emociones, que yo tengo un blog hace dos años y medio, y por ahora ningún lector me ha pedido matrimonio en los comentarios. Así que infalible infalible no es, ¿eh? Luego no me vengas con quejas si no funciona.

A Hermann no le termina de convencer mi idea del blog y sigue erre que erre con buscar novia en internet:

-Ejercicio 6: Kontakte, Partnerprofil

-¿Qué te escriba yo tu perfil de Meetic? No, guapito de cara, no, cúrratelo tú, que la pareja es para ti. Lo que sí voy a hacer es aconsejarte sobre lo que NO debes poner:

-No te describas como "amigo de tus amigos" Que me parece genial que lo seas, pero que cuando lo lean las candidatas van a pensar: ¿No se le ha ocurrido nada mejor? Es como si dijeras que eres limpio. Que sí, que es un requisito indispensable, pero que si es lo único que destacas, parece que no tienes ninguna otra virtud.

-No pongas una foto de perfil en plan Adonis, tirado en el sofá, sin camiseta. Incluso aunque tengas unos abdominales perfectos tipo Brad Pitt en la peli Troya. Si los tienes (minipunto y punto para ti) deja que se intuyan con una camiseta no muy ancha. Pero salir en la foto posando en plan chuleras, no sé, a mí no me va. Aunque bueno, no voy a generalizar, igual con otras funciona...

-No escribas lo típico, que te gusta la música, ver la tele y salir de tapas. Que eso está genial, pero que seguro que tienes algún rasgo menos habitual con el que puedas diferenciarte un poco del resto de perfiles. No sé, que haces escalada, o se te dan guay los sudokus o eres fan total de las viñetas de Mafalda... Tú verás, que yo he empezado tu libro hace solo 6 lecciones y no te conozco tanto.

Por si le falla lo de Meetic, Hermann piensa un plan B

-Ejercicio 7: Speed-dating, citas rápidas. Escribe las preguntas que le harías a cada candidato en los siete minutos que dura cada encuentro.

-¿¿¿¿¿¿Yo????????  ¿¿¿¿¿¿En siete minutos??????? ¿¿¿¿¿¿En alemán??????? A lo que terminara de preguntarle el nombre, ya se había acabado el tiempo de la cita. Además, que ya conté aquí que fui con mis amigas a uno de esos tinglados a echar unas risas y al primero que le solté la bola de que trabajaba como entrenadora de delfines, me contestó que él era director de orquesta. Y pensé: "¡Toma! Eso me pasa por querer tomarles el pelo, que me la devuelven. Ahora vas y los cascas."

Como para seguir el ritmo en alemán....

lunes, 21 de enero de 2013

Se buscan risas. Razón aquí.

Escribiría una entrada, pero vamos, la cosa se resume más o menos en esto:

                                 MUERTE Y DESTRUCCIÓN

Estoy haciendo esfuerzos monumentales para no usar mis superpoderes y acabar con todo bicho viviente que se cruce a mi paso, pero necesito refuerzos. Una buena ración de risas no me vendría mal, así, para empezar. Y como sé que, además de comentaristas y blogueros estupendos, sois lectores incansables, tengo una misión para vosotros:

"Un, dos, tres, responda otra vez, nombre títulos de libros divertidos, buen rolleros y a poder ser cortitos y que no pesen mucho (que son para el bus y estoy hasta el coco de cargar fardos) que me hagan reír mucho. Pero mucho mucho, ¿eh? Que necesito las carcajadas como el comer".

Pues eso, amores, se agradecerá cualquier sugerencia. Espero que vosotros tengáis un buen día. Yo por ahora, me cago en los lunes y me sobra mierda para los martes. No os digo más.

viernes, 18 de enero de 2013

Dibujar con las manos

La lista de cosas que se me dan mal es larga y variada pero, desde luego, si hay un camino por el que definitivamente no me ha llamado la vida, es por el dibujo. Yo soy la típica amiga con la que nadie quiere formar equipo en el Pictionary, porque entonces el juego se convierte más en adivinación que en otra cosa. Si a mi me toca dibujar, a los que van conmigo no les queda otra que dar palos de ciego, tal que así:

-Es... un avión.
-Un gusano
-Un suspiro
-Una estantería
-Un traje ignífugo
-Un submarino
-Una pistola..
-¡A ver! ¿Cómo va a ser esto una pistola?
-Yo que sé, tronca... con esa mierdaca que has dibujado, quien sabe...

Total, que soy una pésima dibujante, pero no me va a quedar otra que mejorar si quiero aprender a hablar en lengua de signos. Y es que en este idioma, para expresar situaciones complejas y de movimiento, se "dibuja" con las manos. A ver como explico esto con palabras... el pensamiento de las personas que no oyen es muy visual. Por eso para expresar acciones dinámicas o posiciones de objetos respecto a otros, se "dibujan".

Por ejemplo, si quiero decir: "El gato está en la rama del árbol", hago el signo de árbol con una mano y el de gato con la otra y coloco el signo del minino en donde he dicho que está el animal, en este caso encima del árbol. Si quisiera decir que el gato está en el suelo, debajo del árbol, entonces la mano que signa "gato" no estaría arriba de la otra mano, sino abajo, para indicar que el animal está en la tierra. No sé si queda muy claro. Explicar esto sólo con palabra me resulta casi imposible.

El caso es que entenderlo en vivo y en directo tampoco es demasiado fácil, así que la última clase de lengua de signos fue el descontrol total. Aprendimos como se signan los animales y como colocarlos y cuando llegó el momento de que hiciéramos ejemplos, la confusión era tal, que se oian cosas como estas:

-Quieres decir que hay un camello dentro del armario.
-Noooooo, hombre, no, un pájaro en la ventana.
-¡Ah!, ya me exrañaba...

-Signas que el elefante está delante de la puerta.
-No
-Detrás.
-Tampoco. Pasando A TRAVÉS de la puerta, cruzando el umbral.
-Pues para eso tienes que signar el marco de la puerta, para que se te entienda.
-¿En serio?

-Estáis todos enroscados en la rama del árbol encima del león
-¿Todos?
-Has signado un círculo, el gesto de "todos", ¿no?
-Pero un círculo vertical, no horizontal. Quería decir serpiente. Además, ¿cómo vamos a estar todos enroscados encima de ninguna parte?

-Speedy, ¿¿¿¿¿¿que el qué está dónde???????

Estoooo, no creo que ninguno de mis compañeros de lengua de signos quiera formar equipo conmigo en el Pictionary. Y no puedo culparles, la verdad.

miércoles, 16 de enero de 2013

Tengo un recado para Greg

El otro día cometí una imprudencia que nunca debe hacerse: coger un libro de la biblioteca sólo porque me había llamado la atención el título. Error de principiante que he pagado con creces llevándome a casa un pestiño. Os lo digo desde el concocimiento que me dan las 40 páginas que he podido leer de él. No he sido capaz de pasar de ahí.

El horror ese (del que no os doy el título, que luego lo buscáis y encima le hago publicidad) habla sobre las paranoias que nos montamos algunas/muchas/pocas mujeres en cuestiones sentimentales. Las historietas que nos inventamos nosotrAs para explicar el comportamiento de ellOs y que puede responder a premisas tan sencillas como "le intereso/no en plan pareja".

Y ¡ojo!, que a mí este tema me parece guay para escribir una tontada cómica, que supongo que es lo que pretendía y que, DESDE LUEGO, no ha conseguido. El libro se estructura como una serie de cartas de mujeres que preguntan el significado de conductas de los hombres en los que están interesadas sentimentalmente. A esas cartas responde un tal Greg, en nombre (por lo que parece) de media humanidad, es decir, hablando por todos los XY del planeta.

Desde su infinita sabiduría, el Greg este (que además se cree que mola y que es muy gracioso) va soltando perlas de conocimiento emocional que se resumen en: "No te montes historias. Si no te llama y no te propone quedar, es que no le interesas". Dejando a un lado lo que dice (que en general y con matices podría estar hasta de acuerdo con él) lo que me molesta es COMO lo dice: con sarcasmo, con condescendencia, como compadeciendo a las pobres ilusas que se montan historias para negar el rechazo. Y encima se creerá gracioso.

Jijijaja, risas mil, Greg. Me paaarto contigo. Como se nota que faltaste a clase el día que explicaron que, para hacer humor, hay que saber de lo que se habla y empezar por no tomarse demasiado en serio a uno mismo. Yo, que me invento historietas y paranoias por amor, puedo contarlas en este blog para reírme de mi absurdez y que quien me lea se ría conmigo porque se siente identificado/a o cree que estoy como una cabra. Eso es humor inteligente. Burlarse de los demás dejándoles como lerdos no tiene ni pizca de gracia. No sé si en tu infinita sabiduría ves la diferencia.

Porque otra cosa que haces estupeeeeeeendamente, Greg, es hablar ex-catedra. Cada frase es una sentencia rotunda sobre lo que piensa el 100% de la población masculina. "A los hombres no nos gusta que las mujeres lleven la iniciativa en el amor", "los tíos preferimos cazar", "somos así por herencia genética, no he inventado yo las leyes naturales"... Ya, entonces será que todos los chicos que yo conozco que dicen lo contrario (algunos comentaristas de este blog, por cierto) mienten. O son aberraciones de la Naturaleza.

En fin, Greg, te dejo que sigas reflexionando para completar el inmenso conocimiento de incalculable valor que vas a legar a la humanidad. Sólo quiero que sepas que has conseguido lo que nadie: que deje un libro sin llegar ni siquiera a la página 50. Por eso, no me gustaría despedirme sin decirte unas palabras que seguramente te hayan dedicado ya, pero que nunca está de más recordar:

Greg... eres un imbécil. Y lo que es peor, no tienes ni puta gracia.

lunes, 14 de enero de 2013

Dejar de pensar

A ver como os cuento esto. Maromazo de Turno no me hace ni caso. No es que esto sea el drama de la vida, porque esto de no coincidir me pasa de vez en cuando y estoy medio acostumbrada. De hecho tengo la teoría de que mis superpoderes interfieren en mi emisión de ondas romanticonas y las desvía a frecuencias distintas a las de los chicos que me interesan. Pero en fin, eso es otra historia.

Centraos, que os dispersáis. Maromazo Actual. Que no se cosca. Como tiene un master en amabilidad y es un solete full time, a veces me da la sensación de que está en mi onda. Pero luego me pregunta algo con cara de estar pensando "¿tú quien eres? ¿vendes libros puerta por puerta?" y queda claro que de eso nada de nada.

Así que ahora viene el momento de decidir: rendirse o luchar.  Aceptar que ese barco ya ha zarpado o diseñar un plan de ataque para intentar que el (por ahora) desinteresado se interese. A veces me apetece la segunda opción, porque es más divertido, más emocionante y porque Maromazo lo vale, la verdad. De hecho, he oído rumores de que está nominado al Speedypremio en la categoría de Mejor Tiarrón con el que me he cruzado en 2012. Pero luego me pongo a pensar y ...

-Pienso que si los hombres son de Marte y las mujeres de Venus, Maromazo procede de la zona central de la Vía Láctea y yo de las afueras de la galaxia Andrómeda. Hemos tenido en la vida trayectorias y experiencias tan distintas que no creo que veamos las cosas igual. Ni que nos entendamos a largo plazo, la verdad.

-Pienso que si a estas alturas intuyo el tema tan turbio, es que, en realidad, está negro tizón. ¿Y merece la pena montar todo un operativo de ataque para dos ratos? No sé yo...

-Pienso que esa es otra, el operativo de ataque. Que como Maromazo y yo somos de galaxias distintas, no consigo identificar las armas más eficaces con él, ni encontrar campos de batalla comunes. Y se me están acabando las ideas.

-Pienso que toda batalla se puede ganar o perder, pero que, dado el estado actual del enemigo, las apuestas en ésta están 10 a 1... en mi contra.

Así que está claro lo que debería hacer, ¿no?


¡¡¡DEJAR DE PENSAR!!!

viernes, 11 de enero de 2013

Tu cara casi me suena

*(Muy bien, para una entrada que necesito fotos, blogger se pone tontorrón y no me deja subirlas. Bueno, pues lo hago con enlaces, qué remedio. Eso sí, blogger, te lo digo: me tienes hasta los mismísimos. No tientes a la suerte)

Tengo que daros una primicia primiciosa: voy a participar en "Tu cara me suena". ¿Qué? ¿Que si en el de la tele? ¡No, hombre, no! Que tele ni que tele... En una versión cutre-salchichera que se han inventado mis amigos, que es una mezcla de concurso de imitaciones, trivial y karaoke y que al final acabará siendo, como siempre, una batalla de chicos contra chicas. Como si lo viera.

En fin, al tema. La cosa es que cada uno tiene que disfrazarse de un cantante famoso, imitarle en una de sus actuaciones y participar en un juego de preguntas sobre él y sobre el resto de personajes de los que se hayan vestido los otros jugadores. Vamos, que va a ser un espectáculo como para verlo.

Dado el repertorio de horror-artistazos que se habían propuesto como posibles imitaciones, no he salido mal parada en el sorteo. Me ha tocado Michael Jackson. Yo prefería Ami Winehouse y su super-pelucón, pero podría haber sido peor. Hay amigos míos que son King África, Chiquilicuatre y Lady Gaga, para que os hagáis una idea del nivel.

Total, que pensando en como iba a agenciarme el disfraz de Michael Jackson he pensado, ¿pero cuál? Porque el rey del pop tuvo tantos looks y tan distintos, que hay muchos michaeles entre los que elegir. Y por eso os pregunto a vosotros: ¿cuál escogeríais?

-El Michael niño

Este tiene su punto, ¿no? Ese pelucón de pelocho total, esas camisas de cuellos gigantes y estampados imposibles, esos pedazos de labiacos... Eso sí, en la actuación me faltarían figurantes para hacer de mis hermanos y eso resta puntos.

-El Michael de Thriller

Este es el que más mola, yo creo, pero el más difícil para conseguir un disfraz mínimamente logrado. Para empezar, la cazadora esa medio de charol rojo triangular (que recuerda sospechosamente a los uniformes que llevaban los malos en la serie V) no sé donde la voy a encontrar, si no abro mi portal del tiempo para irme de compras a los años 80. También veo complicado conseguir la media melena de micro rizos negros que llevaba Michael en ese momento y lo definitivo es que no me siento capaz de bailar con unas lentillas amarillas puestas en los ojos. Y esa coreografía sin ojos de zombie como que pierde, ¿no?

-El Michael medio-transformado

La dificultad de este look es conseguir esa ambigüedad raruna que ya tenía el rey del pop en aquella época: que no era ni blanco ni negro (estaba así como desteñido, pero mucho), con una nariz cuatro veces más fina que la que había traído de fábrica y convertido en un híbrido entre hombre y mujer, de lo femeninos que tenía los rasgos de la cara. De hecho, no creo haber llevado nunca los ojos tan maquillados como él. Ni tan estupendísimamente pintados, claro. Ojalá me hubiera presentado a su maquilladora de esos tiempos.

-El Michael monstruo

Ese adefesio de persona que quedó en los últimos años no es el disfraz ideal para nadie, supongo, pero hay que reconocer que es fácil de conseguir por los elementos que llevaba y que lo hacían inconfundible: el paraguas negro que iba con él a todas partes, la mascarilla de la cara, el sombrero, las gafas de sol extra-mega-grandes... Me pongo polvos de talco en la piel para estar igual de blanca que él y me pinto unos morros rojísimos que me ocupen media cara... y ¡magia borrás! ¡Ya soy Michael!

Pues eso, ¿con cuál os quedáis?

(Por cierto, que además para la parte del concurso tengo que inventarme la tira de preguntas sobre el cantante, que tengan que ver con su discografía, biografía o vida amorosa y curiosidades. Venga, esos fans del rey del pop que seguro que hay entre mis lectores, ¿se os ocurre alguna?)

lunes, 7 de enero de 2013

Análisis morfosintáctico sentimental

Durante los años que cursé los estudios de contadora de cosas me inflé a asistir (y convocar) gabinetes de crisis que el 90% de las veces trataban de un único tema: chicos. Tíos, hombres, relaciones, amoríos... como lo queráis llamar. Nos juntábamos allí una panda de pardillas casi recién iniciadas en temas del corazón y tratábamos de descifrar qué les pasaba por la cabeza a los maromos con los que nos íbamos cruzando y que se dedicaban a marearnos todo lo que podían y más. Os adelanto la primicia primiciosa desde ya: lo intentábamos, pero no lo conseguíamos.

El problema principal era, sin duda, la escasez de datos. Casi nunca sabíamos nada sobre los gustos, la manera de ser, las reacciones o la forma en la que el chico de turno trataba a sus anteriores parejas, así que cuando hacía algo raro con la amiga que estaba interesada en él, no quedaba otra que echarle imaginación para intentar explicarlo. La afectada exponía minuciosamente los hechos con especial atención al detalle y los matices y las demás los diseccionábamos, lo analizábamos todo y enunciábamos teorías:

-Pues yo creo que le gustas, pero que no quiere nada serio.
-Para mí que tiene novia.
-Está a menos dos de coeficiente intelectual...

Teníamos teorías para todos los gustos, pero sin duda, la actividad estrella de esos gabinetes de crisis era el análisis lingüístico y morfosintácticos de los correos y sms de los maromos:

-Pone "hola" con tres exclamaciones.
-Ah, muy buena señal, se le ve emocionado.
-Y en los primeros mensajes se despedía con "un beso", y ahora ya escribe "un besazo".
-Pues mucho mejor un besazo que un beso, ¿no?
-¡¡Claro, pero a estas alturas tendría que poner ya "un besito"!! O por lo menos "muchos besos"...
-Bueno, chica, que será poco expresivo.
-Y cuando le conteste a lo de quedar a unas cañas esta tarde, ¿qué le pongo? ¿Una carita sonriente o una de esas con el ojo guiñado?
-¡Pero tía, qué cosas tienes! Con el ojo guiñado, para que vea que hay doble sentido, que son cañas y lo que surja
-A todo esto, ¿a qué hora te manda los sms?
-Antes de dormir.
-¡Ya os decía yo que esto pintaba bien, eso es hora de mensaje de novio!
-A ver, no te emociones, ¿cuánto tarda en contestarte cuando le escribes tú?
-Depende, a veces enseguida, otras veces toda la tarde.
-¡¡¡Uyyyyyy!!!
-Pero en algunos correos se despide "hasta mañana, guapa"
-¿Con cuántas exclamaciones?

Y todo el rato así. Ya os hacéis una idea de lo científicos que eran estos análisis y de los cercanas a la realidad que resultaban sus conclusiones, claro. Y lo más gordo no es que lo hiciéramos durante todos los años de estudios de contadora de cosas. Lo peor es que yo hoy en día  me sorprendo a mí misma algunas veces releyendo los sms del maromazo de turno y pensando: Eh, se despide escribiendo "un besazo" con cuatro exclamaciones. ¡Esto marcha!

Hace falta ser pava.

viernes, 4 de enero de 2013

Patologías asociadas al virus-amor

Cuando el virus del amor ataca fuerte y se combaten sus síntomas ingresando en una pareja estable, hay muchas posibilidades de sufrir complicaciones que agraven el estado del enfermo. Son esas actitudes, reacciones  y posturas absurdas que adopta repentinamente el afectado, que no le pegan nada y que en algunos casos son absolutamente insoportables para los de su alrededor. Cosas como estas:

-El atolondramiento
Es la complicación menos seria de todas, la más común y la menos molesta para el entorno del infectado. Sus síntomas se manifiestan desde las primeras fases del enamoramiento y suelen ir a menos con el tiempo. Esta patología convierte al enfermo en un despiste andante que compra dos veces el pan en un día, se deja las llaves en la puerta porque está contestando a un sms de amor-todo-el-rato-siempre y que no piensa en nada que no sea la parte contratante de la parte contratante de la primera parte, es decir, el/la que en ese momento considera su medio cítrico.

-El abuelamiento
Otra afección muy común asociada a estados de sobre-exposición amorosa. Los sujetos abducidos por la pareja estable reducen al mínimo su interacción con los miembros externos a ella y se mantienen al margen de proyectos comunes como juergas, cañas, excursiones y cualquier plan divertido que exija el mínimo esfuerzo, así, en general. Toda acción cuya realización requiera elementos distintos a sofá, tele y mantita tiene altas posibilidades de ser rechazada de plano.

-El "nos"
El trastorno más absurdo relacionado con el virus-amor, que causa que los infectados hablen permanentemente en plural de absolutamente todos los temas. Que a veces está justificado, cuando se refieren a proyectos comunes, a planes consensuados, a situaciones vividas a la vez. Pero en la gran mayoría de las ocasiones se trata de un "nos" artificial no aplicable a supuestos como: "no nos gusta el chocolate". No, perdona. A él puede ser, pero yo te conozco a ti hace 20 años y de siempre has sido tan adicta como yo (o más, que ya es decir) a todo tipo de dulces y en especial al chocolate. A ti y a mi el chocolate, menos a pagar la hipoteca, nos ha ayudado a todo. ¿Y ahora no "nos" gusta? ¿A ti y a quien? ¿A tu hermana gemela zombie que te ha comido el cerebro? ¡Venga hombre, por favor!

O las preguntas constantes a la otra mitad del cítrico sobre cuestiones que no puede responder. "Ay, sí, el El Rey León, qué peli más bonita, ¿cuándo la vimos, cari?" Pues a no ser que hayáis cargado el condensador de fluzo para utilizar la máquina del tiempo y retroceder casi dos décadas, ya te lo digo yo: un viernes, después de clase, con nuestros compañeros del cole. Si, del CO-LE-GIO, que aún no estábamos ni en el instituto. A él le conoces hace cinco minutos, ¿como va a saber cuando viste la peli?

Como podéis comprobar, el "nos" y las complicaciones asociadas son los trastornos más molestos de los ataques severos del virus-amor. Como tratamiento paliativo recomiendo reducir los tiempos de exposición a la fuente vírica, mínimo reposo, largas sesiones de juerga e ingestión de altas dosis de copazos, preferentemente por vía oral. Si el paciente no mejorara... pues un buen par de collejas bien dadas, que nunca están de más.

¡Y que espabile! ¡Hombre ya!

miércoles, 2 de enero de 2013

Coaches de vida

Últimamente no hago más que leer en todas partes que cada uno tiene lo que se merece. Que si las cosas te van mal (en el trabajo, en el amor, en la vida social...) es porque en algo la esás cagando. Que esos fracasos se deben a una actitud, a un enfoque o a unas decisiones equivocadas. O a que no lo estás poniendo todo de tu parte.

Suponiendo que me creyera eso (que no termino de creérmelo porque en la vida hay millones de variables que escapan a nuestro control) mi pregunta es: ¿y? Quiero decir... que eso serviría de algo si cada uno viniera al mundo con los medios y personal adecuado para detectar y por tanto, subsanar, esos errores. Pero la cosa no es así ni por el forro.

Aquí no pasa como en La Voz, que sabes que tienes un talento excepcional si alguno de los coaches se da la vuelta y se pone a hacer el mongolo hasta niveles incompatibles con la vida. Y esto tampoco es Operación Triunfo, que graban las gala y luego cada uno de los profes la analiza contigo para señalarte lo que has hecho mal y lo que puedes mejorar.

Ni siquiera es un partido de fútbol, en el que es posible ver a cámara lenta y de cerca las repeticiones de las jugadas más polémicas y así saber si ha sido falta, o fuera de juego o si podrías haber hecho algo mejor en ese momento en concreto. Por no ser, la vida ni siquiera es un test en el que haya unas respuestas correctas que consultar en un libro o ir a revisión de examen y que te expliquen qué has contestado mal. Ya nos gustaría. En el día a día, si las cosas se tuercen, la mayoría de las veces tú te quedas con cara de ¿einnnn? y sin tener ni la más remota idea de lo que ha pasado.

Que habrá casos y casos, por supuesto. Porque si quieres encontrar curro y te quedas en casa de brazos cruzados esperando a que te llamen milagrosamente del puestazo de tu vida, pues está claro por donde hace aguas tu plan, ¿no? Pero cuando te mueves, buscas alternativas, te esfuerzas, investigas recursos, lo pones todo de tu parte, insistes, insistes y vuelves a insistir, re-enfocas, cambias de estrategia, insistes más, pides asesoramiento, aguantas en la brecha, esperas contra toda esperanza, insistes otra vez, piensas ideas nuevas, aplicas la creatividad, insistes de nuevo... En casos como esos (y no estoy hablando sólo de curro, porque en ese terreno la crisis podría explicarlo todo): ¿la culpa también es tuya?

Pues vale, muy bien, para ti la perra gorda, la culpa es mía. Pero que venga uno de los coaches o el director de la academia Ángel Llacer a ponerme el video de la gala y decirme donde la estoy cagando, porque de verdad, por mucho que analizo y analizo por mi cuenta, yo no me pispo.