lunes, 30 de diciembre de 2013

2013, en tweets

A 2013 le queda ná y menos y en estas fechas lo típico es hacer resúmenes de todo tipo del año que se acaba: de noticias, de imágenes, de canciones, de portadas de periódico, de complementos de moda... cualquier cosa vale para repasar los 12 meses que ahora terminan. Bien, pues yo lo voy a hacer con tweets.

El tema es que yo me meto en twitter cuando hay eclipse total de luna y los planetas de alinean en la órbita de Saturno, así que leo en diagonal, un poco a lo loco y favoriteo y retuiteo cuando me acuerdo, que es poco tirando a nada. Por eso ya os podéis imaginar que en esta entrada no van a estar, ni por asomo, los mejores tweets de 2013, sino algunos de los que más gracia me han hecho. Aún así, creo que nos valen para hacernos una idea de como ha sido el año.

Movidito.

2013 ha sido movidito.

Hemos tenido de todo. Y a las pruebas me remito:

-Una crisis nuclear


-Un nuevo Papa. (Otro más, digo)




-Corrupción


-Y más corrupción


-Y más corrupción


-Y aquí no dimitía ni el tato. Porque eso sí, 2013 no ha traído ni una dimisión ni media. Por el precio de los pelotazos, supongo


-El año estaba tan interesante, que no se resistieron a espiarnos. A Mariano, a la Merkel... y a todos, en general


-Y como a la primavera no se le vio el pelo...


-Nos amenazaron con que no habría verano. Pero era mentira


Y aquí estamos otra vez, a puntito de empezar 2014. A ver como nos sale el nuevo.

viernes, 27 de diciembre de 2013

Navidades espídicas

Estas navidades han sido medio-espídicas y doble-espídicas a la vez. Lo de medio es porque no las he pasado en Speedytown ni rodeada de speedicos y porque no he estado con la Speedyfamily al completo. Lo de doble lo digo por la rapidez, dado que lo mío en estas fiestas ha sido llegar, tocar chufa y tener que volverme a currar a Speedytown. Qué le vamos a hacer.

Aún así, por cortas que sean, una navidades en mi casa son puro caos y ha habido tiempo para todo:

-Para ver "Tintin y el secreto del Unicornio" en pantalla grande y pasarte la película explicando qué es un cleptómano, como son los carteristas y qué significa estar sobrio.

-Para poner "sumas difíciles" a petición de un pequeño interesado y que luego ese mismo interesado, futuro genio de las matemáticas, te pregunte: "¿Después del 10 qué número va?"

 -Para asistir a lo que parecía el ensayo general de La Voz en versión mini y que una decidida aspirante, subida a una cama y utilizando un boli a modo de micrófono, te suelte: "Iba a cantarte el último villancico que he aprendido, pero no sé si entiendes inglés". Pues hombre, por mi bien, espero que un poco más que tú, porque si no, mal voy.

-Para encontrar trozos de polvorón debajo del árbol de Navidad entre los regalos que se supone que nadie debería haber tocado todavía y pensar: "Elemental, querido Watson, hay unos pequeños alifanfarrones revolviendo los paquetes navideños".

-Y para hacerte la listilla en una pista de hielo y decirle a dos pequeñas estrellas del patinaje en potencia que es imposible patinar sin pegarse unas cuantas leches, que patinar, como vivir, es caerse y volverse a levantar y que, por eso, lo más importante es aprender a aterrizar cuanto antes. Que cuando notas que estás perdiendo el equilibrio, lo peor que puedes hacer es asustarte, que hay que intentar mantener la calma y adoptar una postura que te ayude a suavizar el guarrazo. Que siempre, SIEMPRE, hay una forma de que la caída duela menos.

Y que si ya estás en el suelo, aquí tienes mi mano para ponerte de pie otra vez.

martes, 24 de diciembre de 2013

¡¡¡FELICES FIESTAS!!!

Por razones que no alcanzo a comprender pero que sospecho que tienen bastante que ver con la maravillosa revolución de hormonas que trae consigo siempre mi mejor amiga LA REGLA, llevo unos días invadida por un espíritu de Mr Scrooge que lo flipas. Quería escribir algo que no contuviera las palabras muerte y destrucción,  pero ya van cuatro borradores en una hora y no veo nada claro en el horizonte, así que no voy a seguir forzando la máquina. Pero bueno, ya que he pasado por aquí, lo que sí voy a hacer es felicitaros las navidades, que una cosa es ser Mr Scrooge reencarnado y otra no tener ni unos mínimos. Así lectores, blogueros y surferos de la Red de redes en general, que paséis unos días estupendos, si tenéis vacaciones que las disfrutéis y no os felicito el año porque espero pasar por aquí con mejor ánimo antes de que acabe 2013. Así que lo dicho...


             ¡¡¡FELICES FIESTAS!! 

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Chicos B

Ya sé lo que dije el otro día. Lo de no ser un culocagao y jugársela y echarle un par y todo ese rollo. Y de verdad que no tenéis que echarme la charla porque no hay nada más fácil que convencer al que ya está convencido. El problema es que para ponerme a la tarea me falta un pequeño detalle, nada, una tontada sin importancia: alguien con quien jugármela.  La parte contratante de la primera parte, que dirían los hermanos Marx.

Y es que hace que no hay candidatos en el horizonte desde... puf, ni me acuerdo. Hace la tira que me crucé con el último maromo que habría merecido un mínimo esfuerzo romanticón y tristemente resultó que el chaval tenía los mismos gustos que yo, es decir, que su hombre ideal para vivir una pasión desenfrenada también era George Clooney. Un aplauso para mí y mi intuición femenina, ya lo sé.

Eso fue aproximadamente en el Pleistoceno superior y desde entonces no me ha vuelto a interesar nadie. Hasta hace no mucho esto no me preocupaba demasiado porque, por una simple cuestión de probabilidad, era lo lógico. En mi día a día no me cruzaba con casi ningún chico y los poquísimos XY que había en mi vida eran básicamente familiares míos en primer grado, jefes odiosos que habían hecho la mili con Matusalén o chavalillos a los que yo les doblaba la edad. La única opción para ligar esos días habría sido cambiarme de acera y teniendo en cuenta que me gustan más los chicos que comer con los dedos no era una opción viable. Qué le vamos a hacer.

Total, que el problema en aquel entonces era evidente (falta de material), pero el de ahora no está tan claro. La Supermovida y mi nueva clase de alemán han traído a mi vida mogollón de chicos y aún así la triste realidad es que no me interesa ninguno. Vale que algunos son señores casados, otros están más cerca de la edad de los Speedysobris que de la mía y a unos pocos les falta un hervor, a pesar de haber soplado ya unas cuantas velas en su última tarta de cumpleaños. Pero aún quitándolos a todos ellos queda mogollón de peña para elegir. ¿Y no me interesa nadie? ¿NADIE? Raro, raro, raro... que diría Papuchi.

No sé. Igual se me ha soltado algún cable en el cerebro, o se me ha desajustado la conexión neuronal encargada de los filtros romanticones y se ha quedado en modo avión. Ni idea de lo que pasa, pero lo que está claro es que alguna solución habrá que buscarle a esto, ¿no? Más que nada porque, si no me matan antes los estreses de la Supermovida de una lesión cardiovascular, esta falta de emoción cardiaca va a acabar conmigo a base de aburrimiento. ¿Y puede haber una muerte más triste que esa?

Total, que este es el plan: trabajar en modo "a prueba de fallos", igual que hace Windows cuando algo no termina de funcionar correctamente. El sistema cambia de color, limita ciertas funciones y tira pa'lante como puede hasta que le arreglen lo que está escacharrado. Yo no tengo pensado ningún cambio de color, pero voy a hacer algo parecido: prestar atención a los chicos B. A esos que no son malos niños, pero que a ti (o a mi) ni fu ni fá. Los que no te acuerdas como se apellidan. Los que no sabrías decir hace cuantos días que no les ves. Los que se cortan el pelo y te lo tienen que chivar ellos porque tú no te das ni cuenta. Esos.

Voy a fijarme más en los chicos B no sea que el filtro romanticón escacharrado me esté jugando una mala pasada y se me estén colando maromos A sin enterarme. Ojalá sea eso y no que los de su especie han desaparecido de la faz de la tierra porque si no, qué vida más triste, ¿no?

viernes, 13 de diciembre de 2013

Reyes Magos adelantados

Justo cuando mi situación de prebancarrota perpetua estaba alcanzando niveles preocupantes, fuentes generalmente bien informadas (es decir los Speedypadres) me han chivado que los Reyes Magos tienen previsto hacer una inyección de capital en mi sistema financiero. ( ¡¡YUJU!! Desde aquí un beso a Sus Majestades de Oriente, siempre tan oportunos) Normalmente no hago caso a los rumores para gestionar mis inversiones y recursos, pero como sé que los Speedypadres manejan información privilegiada y que de sus chivatazos me puedo fiar, ya he empezado a gastar dinero a cuenta de los hipotéticos fondos que voy a recibir dentro de no mucho. Vamos, lo mismo que hizo todo perro pichichi en los tiempos de la burbuja inmobiliaria, vivir a crédito, pidiéndole dinero a la tía del anuncio de la lejía, que viene del futuro.

Total, a lo que iba, que esta semana me he podido dar algunos pequeños homenajes y el primero de ellos ha sido, como no, comprarme un libro. Que a vosotros no os parecerá gran cosa, pero yo tuve que aplicar en mi economía unas medidas de ahorro y racionalización del gasto (por no decir recortes mondos y lirondos) que hacen palidecer a las genialidades de Mariano y sus compinches. La cosa se puso tan cuesta arriba que no me quedó otra que recortar todas las partidas del presupuesto destinadas a bienes que pudieran conseguirse gratis. Y la decisión presupuestaria se tomaba haciendo esta pregunta: ¿Los filetes de pollo los prestan 15 días en la carnicería sólo presentando el carnet de socio? No ¿verdad? Pues ya sabes la partida que se va a recortar. Y así con todo lo demás.

Por eso hacía bastante tiempo que no me compraba un libro y por eso precisamente me he reenganchado a este vicio con una apuesta segura: Jabois. Jabois es siempre una buena idea y más en estos días, que necesito risas como el comer. Lo más curioso del asunto es que, a pesar de que las carcajadas que proporcionan esos textos son muchas y potentes, no son lo mejor de este homenaje que me he dado por Cortesía de los Reyes Magos adelantados. Lo mejor es que con el libro me he regalado también los trayectos de bus. Y me voy a explicar.

El curro, la Supermovida, alemán y demás marrones me tienen la vida colapsada, ya lo sabéis. El estrés, los agobios y el cansancio que esto me provoca son duros, pero no son lo peor. Lo peor es que estoy siempre haciendo algo y cuando no, DEBERÍA estar haciéndolo. Me falta tiempo para llegar a todo, por eso cada minuto lo quiero rentabilizar, para no perderlo: me leo los apuntes de no sé qué mientras me toca el turno en la frutería, pienso la redacción de alemán en la sala de espera del médico, me invento una solución a un marronazo laboral andando por la calle... todo en ese plan. Dado que la mitad de mi vida transcurre diariamente en un bus de camino hacia alguna parte, esos ratos tampoco son míos, sino de la movida de turno. Y eso es un estrés.

Así que he decidido que se acabó y que junto al libro de Jabois me voy a autorregalar los trayectos en transporte urbano. Ese tiempo vuelve a ser mío y por eso, apuntes, agobios y estreses se van, momentáneamente, a tomar por saco.

Hola lectura, hola risas, hola desconectar. Cuánto os echaba de menos.

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Culocagao

Es duro admitir esto en mi condición de superheroína dedicada a defender a la Humanidad, pero soy bastante culocagao, la verdad. Para vuestra tranquilidad os diré que en la lucha contra los malos se me nota más bien poco, porque como ocurre en casi todos los trabajos, al final te acostumbras y no te das ni cuenta de lo que haces. Pero en el resto de mi vida pues sí, soy bastante culocagao, para que os voy a engañar.

Y no me crucifiquéis, que ya sé que esto es un horror. LO SÉ. Y en el pecado llevo la penitencia, porque el miedo está detrás de muchos de mis fracasos. El miedo me bloquea en momentos clave. El miedo mina mi autoconfianza. El miedo me roba buenos momentos. El miedo distorsiona mi visión de la realidad. El miedo ralentiza mi capacidad de reacción. El miedo me PUTEA. Y eso es una caca de la vaca Paca.

Sobre todo porque ahora pienso que uno de los temas en los que más culocagao he sido en esta vida ha sido en asuntos cardíacos. Entre que me enamoro poco (tirando a poquísmo), que tengo un asombroso gafe para que los implicados sean callejones sin salida y que podría pulverizar el record mundial en invención de excusas, la verdad es que he hecho pocas locuras por amor. Muy pocas. Y es una lástima, porque las locuras por amor son de las pocas cosas en la vida que merece la pena hacer. De las pocas que cuando echas la vista atrás te alegras de haber hecho, acabaran como acabaran. Porque le echaste un par y lo intentaste que, al final, es lo único que importa en asuntos del corazón.

Por eso ahora pienso que tendría que haber dicho más, "tú me completas" o que estar contigo hace "que quiera ser mejor persona". Debería haber dejado más claro que "prefiero discutir contigo que hacer el amor con otro" y garantizarte que "habrá épocas difíciles y que en algún momento uno de los dos o los dos querremos dejarlo todo. Pero también te garantizo que si no te pido que seas mío... me arrepentiré durante el resto de mi vida, porque sé en lo mas profundo de mi ser, que estas hecho para mi".

Supongo que cada vez que no lo dije había buenas razones para no hacerlo. Muy buenas, incluso. Pero ahora, desde la distancia, esos motivos no me parecen ni la mitad de buenos. Así que he decidido que se acabó. Que a partir de ahora menos pensar y más hablar. Que al miedo ni agua. Y que el amor nos cosa a leches.

lunes, 9 de diciembre de 2013

Lunmartes del horror

Tic tac tic tac tic tac
Se acerca el momento. No hay escapatoria. Es imposible evitar la catástrofe.

...
...
Se acaba el puente y mañana tengo que ir a trabajar.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡NOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!

No quiero ponerme dramática, pero esto es un horror. Deberían inventar unas pastillas para suavizar la transición de días libres a vuelta al curro porque la cosa se pone cada vez más cuesta arriba. ¡Madre del amor hermoso, qué suplicio! Lo estoy pasando fatal. Y el tema empeora además porque hoy en Speedytown ha sido un día de esos odiosos. De los de mucha mucha niebla. De la de verdad. Tanta que casi podías llegar a cualquier sitio, que te abriera la puerta Bertín Osborne y tú aparecer disfrazada de Whitney Houston. Una pasada.

Por suerte no todo el puente ha sido así. Hubo un momento, cuando aún era feliz porque me quedaban muchas horas libres por delante, en que brilló el sol y yo cacé unos cuantos rayos sentada en mi terraza. Allí repanchingada, sin prisas ni nada que hacer, después de haber dormido nueve horas y saboreando una buenísima taza de chocolate caliente pensaba que si existe un paraíso, tiene que parecerse a eso. Y para terminar de redondear la jugada, sonaba esta preciosidad de canción. Creo que voy a necesitarla para superar este lunmartes del averno, así que la posteo.

A los que lleváis esta tortura china de vuelta al curro mejor que yo, ya me diréis con que os supervitamináis y supermineralizáis, para pedirle a los Reyes Magos un cargamento de eso. A los que estáis más en mi onda, ánimo, que...

                                     ¡¡¡YES WE CAN!!

(Espero)

viernes, 6 de diciembre de 2013

Un, dos, tres, responda otra vez

Allá por el Pleistoceno superior, la Doctora desde su otro blog me dio un premio (¡¡GRACIAS!!!), y como estoy colapsadísima total no me había dado tiempo a publicarlo. Pero como todo llega en esta vida, aquí está.

 
 
Ese es el premio y estas son las normas:

1. Nombrar, agradecer y seguir al blog que te nominó.
2. Responder a las once preguntas que te han planteado.
3. Nominar a 11 blogs con menos de 100 seguidores y dárselo a conocer.
4. Plantear 11 nuevas preguntas.

Así que vamos a ello, a responder a las preguntas de la Doctora, que son muy suyas:

1. Si tuvieras que cambiarle el nombre a tu blog, ¿cuál le pondrías?

Esa es la pregunta del millón, llevo la tira de tiempo pensando un nombre para una nueva aventura internetera (que ahora no tengo tiempo de empezar NI DE COÑA) y nunca encuentro ninguno, porque idea guay que se me ocurre, idea que está cogida por algún listillo bloguero (cabrones, que sois una panda de cabrones). Así que si se me ocurriera algún nombre chulo aquí lo iba a contar, para que me quitéis la idea. Si, ya, claro. Ni de-co-ña.

2. Conoces a tu pareja ideal, te enamoras y el sentimiento es mutuo, pero de pronto un día te dice que en su opinión todos los que escriben blogs son unos gilipollas, ¿qué haces?

Impugno esta pregunta por incompatibilidad con la vida real porque: Primero,  mi pareja ideal no haría una generalización tan absurda y segundo y más importante, con todo lo que hablo del blog, el tema habría salido muy al principio. ¿Y aún así me habría enamorado de él? No sé yo...

3. Entre no volver a escribir en un blog nunca o no volver a tener sexo oral nunca, ¿qué elegirías?

No contestaré si no es en presencia de mi abogado ;P

4. A partir del mes que viene la única forma de escribir un blog es pagar una mensualidad, ¿cuánto es el máximo que estarías dispuesto a pagar?

A partir del 22 de diciembre, lo que haga falta, este año el premio gordo de la lotería lleva mi nombre, así que en 2014 tendré el dinero por castigo.

5. Aparece un nuevo comentarista en tu blog, parece muy majo y educado, pero acaba todos sus comentarios diciendo "Viva España, viva el rey, viva el orden y la ley", ¿qué haces?

Decirle que esa rima revela su talento para la poesía y animarle a que escriba un libro de sonetos a ver si le dan el Nobel de Literatura.

6. Si tu blog empezase a hablarte, ¿irías al psiquiatra o lo aceptarías como un amigo más?

Bueno, teniendo en cuenta que hablo (fundamentalmente insultos, la verdad) con los muebles de casa con los que me tropiezo y que tengo verdaderas discusiones con el cacharro que tengo por coche, que el blog me hablara me haría hasta ilusión.

7. Se planta en tu casa un inspector de hacienda y te pregunta si tienes un blog, ¿le dices la verdad o lo niegas para quitarte de líos?

Más bien le meto una chapa sobre el blog a ver si se olvida del verdadero motivo por el que ha venido a hablar conmigo, que supongo que tienen más que ver con mi declaración de la renta que con mi afición a la escritura.

8. Descubres que tu bloguero favorito es en realidad Ana Botella, ¿qué haces?

Invitarle a una relaxing cup of café con leche a ver si así me confiesa quien es su negro, porque dudo mucho que me guste como escribe Ana Botella. Muchísimo.

9. ¿Si te pagasen 20.000 euros te tatuarías el símbolo de Blogger en el cuello?

Dada mi situación de prebancarrota perpetua y que ahora los tatuajes se borran con laser, sí, creo que me tatuaría.

10. De pronto un día se te aparece la Virgen María, te mira fijamente, te dice "Tu blog es una mierda, colega" y desaparece sin más, ¿qué haces?

Pues sorprenderme de los modernizadas que están las apariciones marianas últimamente, ¿no?

11. Crees que en la blogosfera hay demasiados blogs que hablan sobre...

¿Con la crisis blogoesférica actual, que cierran todos los blogs? No hay demasiados de nada, en todo caso, demasiado pocos.

Y ahora e toca a mi preguntar:

1.-¿Recuerdas quién te metió en esto de los blogs? El primero que te nombró esa palabra cuando no sabías nada del tema y le contestaste: ¿Un qué?

2.-¿Qué es lo más raro que te han dicho en un comentario de una entrada?

3.-¿Qué bloguero ilustre, de esos que escriben genial y que tienen mogollón de seguidores y comentarios, te gustaría que entrara en tu blog para decirte: "Me encanta como escribes, me quedo"?

4.-¿Prefieres que los enlaces de un blog se abran en una ventana nueva o en la misma en la que estás?

5.-Si te encontraras al iluminado de Blogger que se inventa todos esos cambios en la interfaz que hasta que te acostumbras son horribles e incomodísimos, ¿qué le dirías? ¿Darle una colleja para que espabile forma parte de tus planes?

6.-¿Cuánto tiempo te cuesta escribir una entrada, de media? ¿Cuál es la que más has tardado en escribir desde que empezaste en esto?

7.- ¿Cuál es el máximo de intentos que has tenido que hacer para dejar un comentario cuando la palabra de verificación no se entiende ni de coña? ¿Eres de los que insiste o a la segunda piensa: "oye, mira, que paso?

8.-¿Qué es lo más te llama la atención la primera vez que conoces "virtualmente" un bloguero, su nick o su imagen de perfil?

9.-¿Cuántas veces han intentado ligar contigo a través del blog (ya sea en los comentarios o mandándote un correo?) ¡CONFIESA!

10.-Twitter ha hecho desaparecer a muchos blogueros estupendísimos, que ahora prefieren dedicar su tiempo a escribir en 140 caracteres. ¿A quién echas de menos? ¿Qué bloguero te gustaría que volviera a la blogoesfera activa?

11.-Estabas deseando llegar al final de esta tortura de preguntas, ¿verdad?

Y ahora toca nominar a 11 blogs, pero dado lo desinflada que está la blogoesfera últimamente, me parece misión imposible, así que voy a proponérselo a unos cuantos, por si les apetece. Por ejemplo a Pseudo, a Papacangrejo , a Holden, a Sese, a Bich, a JuanRa, a Anusky y a ECDC o a su primo Loqueleo. Que como no he revisado, supongo que a muchos ya os habrán dado este premio antes, así que mira, una cosa menos que tenéis que hacer, ¿no?

Los demás, ale, al tajo.

martes, 26 de noviembre de 2013

50/50

Atención todos, que voy a dar una primicia primiciosa. El supernotición que te cagas, que dirían los de Gomaespuma. Así, sin anestesia. Todo el mundo preparado, que allá va.

La vida hace lo que le peta. Pero vamos, lo que le da la real gana hasta niveles insospechados. Algo escandaloso, de verdad. Una pasada. Ya puedes tú subir, bajar, abrir, cerrar, entrar, o salir para conseguir algo, que como a la vida no le salga del pie, te vas a quedar con las ganas. A riesgo de ganarme una colleja de optimistas antropológicos y de couchers emocionales tengo que deciros que esto es así y es así. Ahora, también os digo que el tema funciona en las dos direcciones, no siempre en el carril del no. Y por eso vivir es tan emocionante.

Porque de repente, sin venir al caso, la vida te hace un regalito inesperado. Algo tan espectacular como improbable. De estas cosas que tienen las apuestas 10  a 1 en contra de que sucedan y, sin embargo, ocurren. Súbitamente. Que te cogen tan de sorpresa que te cuesta hasta reaccionar. Miras dos veces por la ventana, te giras de nuevo para comprobar que has visto bien, relees el mensaje, te pellizcas y aún así se te queda cara de: ¿lo qué? porque no das crédito a lo que tienes delante de los ojos. Y sin embargo ha ocurrido, porque sí, porque a la vida le ha petado, sin que tú hagas gran cosa. O al menos nada distinto a lo que has hecho toda la vida sin resultado alguno.

Lo ideal es que estas sorpresitas que te caen del cielo fueran el principio de algo, un pasaporte hacia donde quieres ir. Pero, ¡ah, amigo!, eso no siempre es así, porque claro, las continuaciones no las llevan en la misma ventanilla de la vida que las sorpresitas y te toca rellenar el formulario azul y el amarillo y ponerte en otra fila para que te atiendan y solicitar la continuación. Y ya puedes tú solicitar lo que quieras que como a la vida no le pete concedértelo, te vas a quedar con las ganas. Es decir exactamente igual que en el párrafo de arriba, pero con el primer trámite superado, que oye, algo es algo, una fila menos que hacer, ¿no?

Lo peor de las sorpresitas en las que te deniegan la continuación es la cara de idiota que se te queda. Porque claro, tú te has encontrado allí el regalazo y te falta tiempo para montarte en la cabeza tu propio cuento de la lechera en versión moderna. Después la vida te deniega la continuación de la sorpresita haciéndote una pedorreta en la jeta mientras te grita "¡mosqueo! ¡has picado!" y te quedas en plan: pero, pero, pero, pero... y con cara de idiota, por supuesto.

A mí últimamente la vida me ha hecho un par de mosqueos de los gordos que me han saturado bastante. De hecho estaba peligrosamente cerca de mi límite de aguante de pedorretas en la cara hasta que me ha dado por pensar que bueno, ni tan mal. Porque no hace tanto que yo estaba metida en un mala racha, una de esas espirales de horror total en las que no te has recuperado de una leche y ya te estás comiendo la siguiente. Y por supuesto, en esos días, la fila de la ventanilla de solicitar continuaciones yo no la olía ni de lejos. Ni por el forro, vaya. Yo ahí, siempre en la última posición de la primera cola de todas, en las de recién llegado. Y sin sacar nada en claro.

Ahora, por lo menos, estoy en la siguiente fila. ¿Qué es una leche la de veces que he esperado mi turno para nada? Pues sí, para que os voy a engañar. Pero mientras esté allí, al menos, existe la posibilidad, sé que estoy en el camino. Como diría el adorable Viktor Navorski en esa preciosidad de película que es La Terminal, la chica de la ventanilla tiene dos sellos, así que mis posibilidades de ir a Nueva York, de conseguir el pasaporte hacia lo que quiero, son de 50/50.

sábado, 23 de noviembre de 2013

Super Chef

"La Supermovida, ese gran marronazo del infierno: un estado de la cuestión".

Este podría ser el título de una tesis de dudoso rigor científico o el resumen de la actividad que me tiene colapsada la vida y de la casi no me he quejado por aquí (naaaaaaaaaada, apenas, una mijita). Pero tranquilos, que no pretendo lloriquear otra vez, sino explicaros por fin de qué va el tema. Y ahí viene cuando la matan, claro, porque la Supermovida es, por decirlo suavemente, densa, y tampoco quiero que este blog se convierta en una cura universal contra el insomnio, así que me vais a permitir que use algunas licencias literarias. Bastantes. Muchas. En fin, que cualquier parecido con la realidad va a ser pura coincidencia, pero con mucha verdad de fondo. Vamos, lo que viene siendo la tónica general de este blog, ahora que lo pienso...

Total, que para que os hagáis una idea, la Supermovida viene a ser un poco como Top Chef  (recordad, licencias literarias) pero sin que los participantes sean cocineros profesionales. Allí nos hemos juntado gente que tiene un restaurante, que vive de ello, pero quiere reciclarse y aprender platos nuevos y personas que no han frito un huevo en toda su vida y lo que es peor, los fogones no les han interesado nunca lo más mínimo, así que ya os podéis imaginar lo mucho que controlan el tema. Hay unos pocos aficionados a la cocina que han llegado con los conocimientos básicos y otros que han estado antes en concursos parecidos como Master Chef y que por eso están familiarizados con la dinámica y el temario. Ya veis la panda que nos hemos juntado.

Con semejante fauna tienen que lidiar cada día dos presentadores. Uno tira más a lo Chicote, habla a la velocidad de la luz, pide silencio diciendo cosas como "¿te quieres callar de una vez, pesadilla?" y escribe en la pizarra mensajes subliminales para algunos de los concursantes tipo "el que se haya traído el cubata al plató que lo tire, que aquí sólo se pueden subir botellas cerradas".

La otra copresentadora es más estilo Carmen Sevilla en los tiempos del Telecupón. No es tan mayor, no tiene acento andaluz y no viene al plató con zapatillas de casa porque se ha olvidado de ponerse los tacones, pero es una buenaza y está todo el tiempo intentando que los concursantes pasemos a la siguiente fase del concurso. El tema es que esa no es una tarea nada fácil, dada la variedad del rebaño que os he contado en el párrafo de arriba.

Porque ella explica como se hace cualquier plato sencillo, que te digo yo, un arroz a la cubana,  y después de que alguno de los experimentados le sugiera que el resultado mejoraría con tal o cual especia superfinísima e hiperdesconocida, levanta la mano un iluminado de la vida a preguntar que si para freír el huevo hay que cascarlo antes. Y que si es así, como se casca. Y claro, la pobre no sabe si tirarse al tren o al maquinista.

Lo más curioso del tema es que el 90% de los concursantes, supongo que por quedar bien frente a los telespectadores, afirman cada cosa con total seguridad, sin atisbo de duda, como si les fuera la vida en ello. Yo, que siempre he visto la cocina como la habitación inservible que hay entre el salón y la terraza, pensaba que todos mis compañeros de programa sabían más que yo. A día de hoy, finales de noviembre y después de haber oído como algunos insistían, con esa seguridad inquebrantable, en que el gazpacho se hace a base de naranjas, tengo muy claro que no todos saben tanto. Y que no hay que fiarse de la mitad del corro, por si acaso.

Y en fin, que ahí estamos, concursando. A ver quien resiste hasta el último programa. Ya os contaré.

martes, 19 de noviembre de 2013

Encerrada

Estoy encerrada. Enchironada. En el talego. A la sombra. Los barrotes de mi cárcel no son de metal, pero aprisionan igual o más porque están hechos del material más resistente del mundo. Es más duro que el acero, que el titanio, que el diamante. Más duro que adamantium del esqueleto de Lobezno.

Los estreses crecientes de la Supermovida y mi situación de pre-bancarrota perpetua me han confinado en una prisión de máxima seguridad que me río yo de Guantánamo o Alcatraz. Estoy en una fortaleza inexpugnable de la que es totalmente imposible fugarse porque está rodeada de "no puedos". Y así no hay manera de escapar.

-¿Vienes al cine?
-No puedo, tengo que hacer este trabajo y estos deberes y estudiar un rato.
-¿Te apuntas a este viaje?
-No puedo, pagué ayer el alquiler y este mes me viene el seguro del coche.
-¿Nos ayudas con la obra de teatro?
-No puedo, tengo que ir a alemán y luego a la Supermovida.
-¿Vas con los Speedsobris al parque?
-No puedo, aún me queda escribir una redacción para el lunes.
-¿Salimos de compras?
-No puedo, este año no toca renovación de armario, me temo.
-¿No actualizas el blog? ¿Y eso?
-Adivináis por qué, ¿no? Porque ¡¡¡NO PUEDO!!!

Esto es horrible. Me han encerrado y han tirado la llave, sin permisos de día, ni tercer grado, ni beneficios penitenciarios de ningún tipo. Me estoy volviendo loca.

Oye... no tendréis una lima por ahí, ¿verdad?

lunes, 11 de noviembre de 2013

¿Café para todos?

Se me ha ocurrido esta entrada leyendo esto de Fle, y mira, casi mejor, así mato dos pájaros de un tiro: encuentro tema para el post y le doy mi pequeño empujoncillo a la causa de José Luis. Así que vamos a empezar por esto último.

No os voy  dar muchos detalles, porque lo guay es que lo leais vosotros mismos, pero en pocas palabras este es el tema: La Rizosa está empeñada en encontrarle una novia a José Luis, un albaceteño que parece más majo que las pesetas y que, sin conocerla de nada, le ha pedido ese pequeño favor. La Rizosa se ha montado este chiringuito al más puro "Su media naranja" y nos pide a todos que demos difusión al asunto, porque cuantos más gente lo sepa, más posibilidades hay de que Cupido haga su magia. Y bueno, aquí está mi aportación. No es que este blog tenga millones de lectores, pero bueno, igual alguno de los muchos despistados que llegan aquí por casualidad preguntando como hablar con su prima lejana está interesado en el tema. Quien sabe.

Total, que leyendo esta movida he pensado lo valiente que es José Luis, que busca el amor y como no termina de encontrarlo por sus circunstancias, coge el toro por los cuernos y pide ayuda. Pone los medios para conseguir su objetivo y yo le aplaudo, porque así se logran las cosas, currándoselo y persistiendo. Ojalá lo consiga.

Por eso lo de José Luis me parece estupendo, pero me ha recordado que en temas del corazón muchísimas veces no se aplica eso de café para todos, lo cual me parece de todo, menos estupendo. Y aquí viene la segunda parte de la entrada.

Por suerte cada vez ocurre menos, pero sigue pasando que, a veces, las audacias romanticonas y la persistencia amorosa que la mayoría de la gente ve geniales cuando vienen de un chicO, las considera triste o desesperadas en caso de que lo haga un chicA. Y eso no puede ser a estas alturas del partido.

Porque aquí hay mucho que va de abierto y de liberal, pero si le entra en la discoteca una tía se piensa que es una fresca que se va con cualquiera, en lugar de una chica con ganas de conocer gente. Y si es a él al que le dan calabazas de primeras, pero se hace el sueco y sigue insistiendo, a mínimo que lo haga con un poquito de gracia, se considera un gesto romántico, de alguien que no se rinde a la hora de conquistar a la pareja de su vida. En cambio, si es ella la que no acepta las primeras veces un no por respuesta, entonces está perdiendo la compostura y la dignidad.

Me imagino que ahora me diréis que exagero y que esto hace años que no es así, pero películas, series y libros siguen repitiendo estos estereotipos. Lo último que me he encontrado es este libro, (que además también es una peli) y que sostiene en todas sus páginas que son sólo los hombres los que deben pedir citas amorosas y llamar a las chicas que les atraen en plan pareja. La mujer no puede ni debe tomar nunca la iniciativa en estos temas, porque eso significa que el hombre no está lo suficientemente interesado en ella y que la historia acabará en fracaso. Así, sin excepciones. ¡Toma ya!

Que ya supongo que lo habrán hecho en plan exagerado para hacer la gracia, pero aún así detrás de cada letra se huele el tufillo rancio de estereotipos del siglo pasado. Porque aquí mucha modernez y mucha liberación, pero la tira de la gente, en asuntos cardíacos, no aplica eso de café para todos. Y ya iría siendo hora, ¿no? Digo yo.

viernes, 8 de noviembre de 2013

MaromazoMudito

En general, me parece bien que la vida compense. Quiero decir, que si Usain Bolt corre que se las pela no está mal que no sea precisamente un cerebrito y si el ganador del premio Nobel de Física no es finalista en Mister Universo, pues no pasa nada, la verdad. Pero bueno, también es cierto que los desperdicios son una pena, ¿no?

Porque no me digáis que no es un desperdicio que un chico guapísimo sea un soseras total. Que si es desagradable o mala persona o borde, pues tal día hizo un año y que con su pan se lo coma. Pero que a un maromazo de esos de los de bandera se le vea majillo, pero sea tan pazguato que te den ganas de darle tres descargas de electroshock a ver si espabila... eso es de juzgado de guardia.

Y sé bien de lo que hablo porque últimamente me cruzo a menudo con especímenes de este tipo. En mi nueva clase de alemán, por ejemplo, hay uno. Es guapo. Tiene una sonrisa preciosa. Se le da guay el idioma de la Merkel. Pero si no fuera por que contesta a las preguntas de la profe, diría que es mudo. Qué barbaridad, oye. El menda ese no abre la boca en español ni aunque le maten. Llega a clase justo, se queda leyendo durante el descanso en lugar de salir a hablar con los demás y se va al terminar sin esperar a nadie. La alegría de la huerta, vamos. Y lo más curioso es que no tiene pinta de ser un estirado ni un borde, sino que parece más bien que le puede la timidez, pero el caso es que no socializa ni a tiros. Qué horror.

Total, que a mi esto me daría más o menos lo mismo si no fuera porque MaromazoMudito me mira. Mogollón. Y antes de que saltéis los lectores amabilísimos a dar explicaciones megaoptimstas de que es porque le gusto y tal, ya os digo yo que no. Ni por el forro, vamos. Seguramente es más bien algo como que le suena mi cara y no sabe de qué o que alucina con los terriblemente mal que hablo el idioma de la Merkel, pero a este paso nunca llegaré a averiguar el motivo. Más que nada porque eso es lo típico que se habla en la típica conversación intrascendente de los típicos descansos entre clases, en los que se aprovecha para decir lo típico de "estoy seguro de que te conozco de algo, pero ahora no caigo". El problema es que con los poco aficionado que es este chico a las palabras, no creo que me lo diga nunca. Por lo menos en español. Y como me lo suelte en alemán, vamos listos. Entonces la muda voy a ser yo, me temo.

miércoles, 6 de noviembre de 2013

Personas medicina

Cuando las cosas se tuercen, mantenerse alegre y positivo no es gratis. Hay que currárselo y ponerle ganas. Las mismas que para perder en el gimnasio el típico par de kilos que se ganan en las vacaciones de verano. Y al igual que ocurre en la operación bikini, es más fácil de llevar si tienes buenos compañeros de viaje. Privarse de dulces es menos duro si el que come contigo no pide postre y mantener el ánimo arriba cuesta la mitad si el entorno contribuye a la causa. Esto es así y es así. Por eso, lo mejor que se puede hacer en esta vida es rodearse de personas medicina. Los que te curan, los que te cargan las pilas, los que le plantan cara al día a día con una sonrisa.

Gente que tiene que quedarse toda la noche a estudiar el examen del horror, compra una tonelada de chucherías y tres litros de cocacola, hace dos cafeteras y organiza una ronda de llamadas perdidas entre las pobres desgraciadas que tienen el mismo examen, para que todas sepan que no son las únicas que está hincando los codos. Que cada vez que alguien vea un cuelgo en su móvil a una hora intempestiva, quiere decir que hay otra pava quemándose las pestañas. Que oye, mal de muchos será consuelo de tontos, pero por lo menos es un consuelo.Y algo es algo.

Gente creativa, de esos con los que es un auténtico gusto preparar una fiesta sorpresa, o una despedida o un cumpleaños. De esos que les das medio folio y se sacan de la manga una tarjeta de embarque a ese Nueva York imaginario en el que se ambienta la celebración o cogen dos fotos y tres músicas y te hacen un vídeo homenaje de los que arrancan lágrimas a cualquiera. Personas de esas que tienen siempre una idea que aportar y que casi siempre es una idea guay.

Gente que hace frente al caos hospitalario con risas. Que crea un grupo de whatsapp que se llama "Radio Hospi, todo noticias" y se dedica a a informar a la familia sobre la crisis sanitaria, pero con un poco de humor, para que los nervios y el pesimismo no ganen la batalla.

Gente que presta todas sus orejas y toda su atención a esa pobre a la que acaban de expulsar del planeta del amor. Y después de dejarla desahogarse, le manda al correo una excell "Anti-ex" en la que enumera todas las ventajas que tiene que ese impresentable la haya dejado. Y le graba un CD con canciones animadas para sacarse de encima la tristeza. Y si aún así le quedan ganas de llorar, la deja llorar. Porque a veces es eso lo que más cura.

Gente que supera el estrés del curro a carcajada limpia y cuanto más trabajo hay, más se ríe. Porque total, los marrones van a seguir allí, más vale tomárselo con filosofía.

Gente que te cura, que te carga las pilas. Gente que mola. Personas medicina.

viernes, 1 de noviembre de 2013

Donde suena la música

A ver como os cuento esto... ¿Habéis visto la peli Conspiración, de Mel Gibson y la Roberts? Bien, pues olvidaos del argumento y de lo que trata, que no tiene nada que ver con esta entrada. La nombro por un concepto que sale al final. El prota ha sido el conejillo de indias de un experimento científico y le han bloqueado todos los recuerdos de esa época. Sin embargo, a él le queda algún rastro de esas experiencias en el cerebro y para recuperarlas quiere ir al sitio que incentiva sus recuerdos, el lugar donde ocurrió todo, donde "suena la música".

Ahí quería yo llegar, a ese concepto, porque, de otra manera, a mi me pasa lo mismo. Ni lo de la conspiración, ni lo del experimento científico, claro, pero esa sensación de saber "de donde viene la música" sí. De no tener muy claro por qué, ni como, pero estar segura de que es por ahí, de que esa es la dirección correcta, de que ese es el siguiente paso.

Y desde luego no lo digo literalmente, porque mi sentido de la orientación es malo no, lo siguiente. Pero en otras facetas sí que me ocurre. Por ejemplo, un, dos, tres, responda otra vez, escribiendo. En eso es donde más lo noto. Porque yo no he seguido muchos talleres literarios y nadie me ha dado unas normas mínimas para esto de juntar palabras y sin embargo, cuando empiezo a darle a la tecla, siempre sé lo que viene después (salvo bloqueo creativo, claro, que de eso nadie se libra).

No sé como explicar esa sensación de que las entradas de este blog, por ejemplo, se escriban prácticamente solas. Cuando no has terminado de teclear una línea y ya te viene una idea para el párrafo siguiente. Cuando acuden a tus dedos chistes, metáforas o comparaciones que no sabes exactamente de donde han salido, porque no tenías ni idea de que estaban en tu cabeza. Cuando SABES que la siguiente palabra es esa y no otra. Cuando SABES que tres repeticiones quedan bien, pero cuatro son demasiadas. Cuando SABES que ahora toca meter un taco o uno de esos términos inventados que no conoces más que tú, pero que definen exactamente lo que quieres decir. Eso de no entender como, ni por qué, pero SABER donde "suena la música". Esa estupenda sensación.

A algunos les pasa conduciendo. A otros cantando. A unos pocos resolviendo problemas matemáticos. A no muchos haciendo descubrimientos científicos. A menos de los que les gustaría jugando al fútbol.

A mi me pasa escribiendo. Y me encanta.

jueves, 24 de octubre de 2013

Muerte y destrucción

Mejor no os digo lo que he estado pensando estos días porque es de juzgado de guardia. Pero vamos, básicamente se resume en yo con un kalashnikov y mogollón de sangre, dolor, sufrimiento, vísceras arrancadas del cuerpo y demás agradables elementos de pelis de terror y gore. Supongo que mucha culpa de este ataque de violencia indiscriminada imaginaria la tiene el p*to síndrome premenstrual y las hormonas. Pero hay más culpables, ya os lo digo.

No voy a entrar en detalles, porque pa'qué. Y porque si dejo de imaginar y paso a actuar no quiero que la poli encuentre en mi propio blog pistas para condenarme. Pero vamos, que si me pillan y tengo que declarar en la típica sala de interrogatorios lúgubre que sale en las pelis, les diré que había atenuantes. Que mi vida está colapsadísima con movidas varias. Que no puedo ni con mi alma. Que no me da tiempo a hacer nada mínimamente divertido. Que he tenido que dejar actividades que me gustan mucho para hacerle hueco a otras que son una tortura china. Que estoy más estresada que un camaleón en Desigual. Que no me da la vida para escribir ni para mantener una media digna de actualización en el blog, lo cual es ya el colmo de los colmos.

Y después de soltar este discursito con la mirada perdida, me levantaré dramáticamente, me pondré enfrente del espejo polarizado típico de las salas de interrogatorios que les sirve a los del otro lado para ver a través de él y gritaré a pleno pulmón:

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡Y QUE LA GENTE ES MUY HIJA DE P*TA!!!!!!!!!!!!!!

Y no tendrán más remedio que darme la razón y dejarme marchar, porque, reconocedlo, la gente es muy hija de p*ta. Ningún jurado me condenaría.

miércoles, 16 de octubre de 2013

blablablabla y supermovidas

Llevo, como quien dice, minuto y medio de la Supermovida y la semana que viene ya tengo mi primer examen. Sin necesidad de usar mi bola de cristal voy a predecir el futuro: un cate como un castillo. Más que nada porque lo que tendría que haberme hecho click en el cerebro aún no lo ha hecho y por ahora sólo oigo blablablabla.

Bueno, no voy a exagerar. La primera semana oía blablablabla nivel "me corto las venas". La segunda escuchaba lo mismo y no sabía si cortarme las venas o dejármelas largas. Y desde ayer me parece que estoy acercándome a estar próxima a empezar a cazar algo lejanamente medio entendible. Que así escrito no parece gran cosa, pero que para mi es todo un logro. Y para la mitad de mi clase también.

Porque en la Supermovida hay dos bandos claros: a los que les suenan los temas, que van a velocidad de crucero y los que no sabemos por donde nos da el aire, que miramos aterrorizados a los cerebritos con cara permanente de estar pensando "¿¿¿¿¿¿¿¿lo queeeee????" Lo más gordo es que, en nuestra desesperación por arrojar un mínimo de claridad al asunto, los pazguatos nos preguntamos dudas unos a otros y no hay nada peor que ver a alguien que no tiene ni idea intentar explicarle a otro que aún está peor. Porque piensas: "Si hasta yo sé que se está colando, el examen va a ser una masacre".

Y si no, al tiempo.

lunes, 14 de octubre de 2013

Cupido, un poquito de por favor

En general, que Cupido esté en permanente huelga de brazos caídos en mi vida, habitualmente, me la chufla. Paso mis días malos (como nos ocurre un poco a todos, supongo), pero, en general, pienso que tengo dos brazos, dos piernas, superpoderes, una familia y un techo bajo el que vivir y por eso que me haya tocado en suerte un angelote alado que trabaja menos que el sastre de Tarzán me parece un mal menor. Me lo curro yo más para compensar, y aquí paz y después gloria. Ahora, que el menda este de los pañales y el arco y las flechas se ría en mi cara, lo llevo bastante peor, la verdad. Para que os voy a engañar.

Porque a ver... si yo no me puedo cruzar cada día con un George Clooney de la vida en versión speedica, pues bueno, qué le vamos a hacer. No le voy a pedir peras al olmo. Pero que, contra todo pronóstico, en una marea humana y a ultimísima hora, yo me encuentre con ÉL. Que sea ÉL el que se pare y se siente a hablar conmigo. Que rápidamente me de cuenta de que ÉL es majo, amabilísimo y divertido. Que resulte que ÉL es amigo de toda la vida de un amigo mío. Que ese amigo me diga que ÉL es un cielo y que siempre ha pensado que los dos pegábamos mucho. Que, en medio de esa marea humana compuesta por gente de las más diversas procedencias y en su mayoría comprometidos, dé la casualidad de que ÉL es soltero y vive en Speedytown. Es más que es vecino de una amiga mía de siempre. Y que, teniendo en cuenta todas las premisas anteriores, nos pongamos a negociar y el feeling, la chispa y la magia brillen por su ausencia... Eso... Eso no tiene nombre.

Así que Cupido, tronco, si no le quieres dar un palo al agua, vale que vale. Pero colega, bromitas las justas. Un poquito de por favor.

viernes, 11 de octubre de 2013

Cansada no, lo siguiente

Entre la SUPER-movida, alemán, mi curro, bodas, tareas pendientes y marrones varios últimamente mi vida es un no parar y estoy cansada no, lo siguiente. AGOTADA. No puedo con ni con mi alma. Me arrastro por los rincones y estoy la mitad del tiempo pidiendo clemencia. El horror continuo, vaya.

Y lo peor es que esto parece el cuento de nunca acabar. Termino con un tema y aparece otro. Y como mi vida tiene la maldita manía de hacerme empezar de cero cada dos por tres, cosas que a estas alturas ya deberían estar resueltas, no lo están. Miro atrás y veo que he hecho mucho camino, pero que mi mochila sigue vacía. Miro adelante y me doy cuenta de que lo tengo todo pendiente. Y se me hace bola. Mucha bola. Porque estoy cansada no, lo siguiente.

lunes, 7 de octubre de 2013

Bodas-tortura

De una boda sale otra, a no ser que tengas una panda de amigas bien-intencionadas a tope, pero que llevan una copita de más. O dos.

Cuatro horas antes de la hora B (de Boda)

-Vamos a establecer el orden de prioridades. En caso de conflicto de intereses entre las solteras del grupo, se decide por orden de antigüedad y tiene preferencia Speedy, que lleva en sequía desde el Pleistoceno Superior.

-Gracias por decir eso a 200 decibelios de volumen en el restaurante en el que están desayunando todos los invitados de la boda, que no has dejado mi imagen por suelos ni nada, ¿eh? Gracias, de verdad.

Dos horas antes de la hora B

-¿A quién quieres que me empiece a trabajar para ti? El fotógrafo está bien. ¿Al fotógrafo?

-No, gracias.

-Sí, mira, al fotógrafo este, que tiene unos rizos muy monos.

-Por favor, déjame espacio, que me estás tapando el objetivo de la cámara.

-Sí, sí, ahora mismo. Esto... ¿conoces a Speedy?

-Tierra, trágame.

Hora B

-El del segundo banco de la iglesia, parece que ha venido sin pareja, ¿no? Pues no está mal. Y el de atrás tampoco...

-¡Me quieres dejar escuchar, que al final no me voy a enterar de cuando me toca leer!

Hora B + 1. Entrantes

-¿Que te vas a quitar los tacones ya? Ni-de-co-ña. ¿No ves que los del segundo banco eran muy altos? A ver si luego no vas a llegar a donde tienes que llegar.

Hora B + 2. Primer plato

-Pedro, eres el camarero más guapo del restaurante. Y el más eficiente. Oye, ¿dónde está el salón de baile? ¿Cerca de la habitación 340, que es donde están alojadas las solteras, SPEEDY (la del vestido azul) y J, la de la falda roja?
 
-¿Más vino?

-Mejor arsénico, por compasión.

Hora B + 4. El baile

-A ver, ya sabemos que eres la novia y que estás megaocupada disfrutando de tu día y saludando a tus invitados, pero vamos a los temas importantes, que no nos aclaramos. ¿Quiénes son los solteros de la boda?

-Speedy, ya nos hemos enterado bien, hay tres. El rubio ese de pelo medio largo...
 
-Aja, ¿dices ese que nos mira mosqueadísimo porque le estás señalando sin ningún tipo de disimulo?
 
-Sí, sí, ese, ¡¡¡holaaaaaaaa!!!

Por si alguien se ha quedado con la duda, no, en esta boda no he conocido a mi futuro marido. No sé qué habrá podido fallar...

lunes, 30 de septiembre de 2013

En la lucha



Pues eso, que  aquí cada uno tiene lo suyo. Y aunque los lunes son el HORROR de los horrores y están llenos de gente simpática no practicante... vosotros no seáis como ellos... que bastante tenemos con lo que tenemos.

¡¡FELIZ SEMANA!!

sábado, 28 de septiembre de 2013

Logros

A veeeeer, os voy a poner al día de mis grandes logros:

-He comido

Esto a vosotros no os parecerá gran cosa, pero para mi es una fiesta. Hace una semana algo me sentó mal, viví la Jornada Internacional de la Acidez de Estómago (y otras partes del sistema digestivo menos glamurosas) más intensa de la historia y desde entonces no había podido comer nada. Todo lo que entraba salía, así que después de cinco días sin recargar combustible, ya os podéis imaginar las fuerzas que me quedaban. Más que andar, me arrastraba de un lado a otro como alma en pena. Ayer, por fin, me comí un plato de arroz sin fuegos artificiales ni festejos posteriores. Y hoy una tortilla. ¡Estoy que lo tiro!

-He sobrevivido a esta semana

Ya supongo que esto tampoco os parecerá para tirar cohetes, pero es una hazaña de proporciones épicas. Más que nada porque (recordad el punto anterior) no podía comer y por tanto, cargar pilas. Y con ese cuerpo he tenido que trabajar, y después ir a clase de alemán y después meterme de lleno en las tropecientas horas diarias de la Supermovida. Y yo no sé si será que no estaba al cien por cien o qué, pero mi nueva profe de alemán creo que ha decidido hablarnos en chino, porque no entiendo ni torta. Y en la Supermovida por ahora oigo bla bla bla bla, básicamente. No pierdo la esperanza de que el día menos pensado algo me haga clik en el cerebro y deje de oír sólo blablablabla, pero, por ahora, es así. Ya veremos.

-He actualizado

Y sí, ya sé que es sábado y esto no lo va a leer ni el tato y que entonces es como si no hubiera escrito porque el árbol que cae en el bosque sin que haya nadie para oírlo no hace ruido y toda esa mandanga. Pero vamos, que esto me tiene que contar como actualizado sí o sí porque no he tenido tiempo material para hacer una entrada en otro momento. Es esto o nada, así que esto. Y ya veremos si no me tengo que replantear el ritmo de actualización que llevaba el curso pasado porque, simplemente, no me da la vida. A ver si el tema mejora cuando termine el periodo de adaptación a esta locura que es mi día a día ahora mismo.

Y poco más. Que buen finde y eso.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Cortos

(*Pese a lo que pueda parecer en el primer párrafo, esta no es una entrada sobre cocina,. Palabra de exploradora)

Desafiando a mi TOTAL bloqueo del gen cocinero, el otro día me decidí a hacer la primera vichyssoise de mi vida. No me preguntéis por qué. Me dio una ventolera en el supermercado, compré puerros y patatas y a lo loco, sin preguntar a nadie, ni mirar ninguna receta ni nada, los pelé, los partí y los puse en una cazuela. Cuando ya estaba todo el tinglado organizado y a punto para encender el fuego, me di cuenta de que no tenía ni repajolera idea de cual era el siguiente paso y decidí consultar a San Google. Y he aquí que el sabio oráculo de la red me chivó que hacía falta caldo de pollo para preparar la crema. ESTUPENDO

Domingo. Tiendas cerradas. Tras una rápida inspección a los armarios confirmo lo que ya sabía: que hay pasta, arroz, galletas, paté y víveres varios de supervivencia, pero ningún ingrediente para cocinar (como pastillas de caldo de pollo) porque yo JAMÁS cocino. Me niego a tirar las patatas y los puerros después de pegarme media hora limpiándolos y pelándolos, así que tengo que encontrar una alternativa. Trasteo lo que no está escrito hasta que me viene la iluminación: si a un caldo de pollo con fideos (aunque sea de sobre), le quitas los fideos, ¿qué te queda? ¡Premio!

Al final hice la vichyssoise con la sopa de fideos colada y quedó hasta medio bien, pero en fin, que ese no es el tema, que ésta no es una entrada de cocina. A lo que voy es que yo encuentro soluciones. Dame un problema, el que sea, que yo te lo resuelvo. Bien, mal o regular, pero una salida voy a buscar, eso fijo. Y probablemente esto es deformación profesional por todos los años de mi trabajo de superheroína defendiendo a la humanidad.

Por eso me molesta tanto (y ojo, que en este cuarto párrafo ¡por fin! viene el meollo de la entrada) lo cortos de vista que son muchos. A los superhéroes se nos acaba pronto la vida laboral y cuando nos retiramos tenemos que reinventarnos para encontrar otra manera de ganarnos la vida. En  la mayoría de entrevistas de trabajo tenemos que aguantar al típico jefe inútil diciéndonos que no valemos para tal o cual puesto porque sólo sabemos correr, o volar, o soltar rayos por los ojos o cualquiera que sea nuestro superpoder. Que llevamos toda la vida luchando contra supervillanos y que no sabemos hacer otra cosa.

Sí, ya. ¡¡¡TURURÚ!!!

Vale, yo he ganado muchas batallas con la ayuda de mi supervelocidad, pero no sólo gracias a ella. También he necesitado aprender a investigar para conocer bien a mis enemigos y poder vencerlos. He tenido que descubrir donde encontrar datos y saber relacionarlos. Y no me ha quedado otra que optimizar mi capacidad de negociación, porque en toda lucha contra el mal hay mucha tela que cortar, con unos y con otros.

En todo momento he trabajado en equipo y dado respuesta a picos de actividad y situaciones de estrés. En cuestiones laborales soy zen total, precisamente porque mi curro es una tensión continua. Los imprevistos son mi día a día, así que echarle creatividad, buscar alternativas y ENCONTRAR SOLUCIONES es mi especialidad.

Y luego llega el jefe inútil a decirme que no valgo para tal o cual puesto porque SÓLO he sido superheroína. Madre del amor hermoso. Hace falta ser corto. De vista. Y en general.

viernes, 20 de septiembre de 2013

Super-movida en marcha

Ya ha empezado mi vuelta al cole. Aún estoy a medio gas y ya me huelo la que se me viene encima. Madre del amor hermoso, qué estrés. Pero en fin, mientras espero el ataque al corazón que me obligue a bajar el ritmo, os voy dando las primicias primiciosas de la nueva Super-movida en la que me he metido:

-Lo primero que han hecho es darnos la enhorabuena porque era difícil conseguir ser admitidos en la Super-movida.

-Lo segundo que han hecho es darnos el pésame, porque más difícil que entrar, es mantenerse allí. A la que nos hablaba le faltaba el bastón para parecerse a la profe más famosa de las series ochenteras diciendo: "La fama cuesta y aquí es donde vais a empezar a pagar, con sudor"

-Estamos 15 en la Super-movida y sólo cuatro somos chicas. Esto a vosotros no os parecerá relevante, pero yo llevo años haciendo todo tipo de actividades (improvisación, cuentacuentos, idiomas, esgrima, piragüismo...) y siempre, sin excepción, había mayoría femenina. Resulta que todo este tiempo los maromos estaban en la Super-movida y yo sin enterarme. No salgo de mi asombro.

-El orden alfabético y la primera letra de mi apellido me han sentado al lado de un chaval del que sólo recuerdo que llevaba barba. El chico ha apuntado cosas en una libreta naranja que después se ha olvidado encima de la mesa. Ahora la libreta está en mi bolso y yo tengo la primera misión de la temporada: localizar a su dueño y devolvérsela. A ver qué tal se me da.

De momento eso es todo. Pero vamos, llevo 10 minutos en la Super-movida. Cuando lleve más, ya os contaré, ya...

miércoles, 18 de septiembre de 2013

A las duras y a las maduras

Ya os he contado que hace días ocurrió un milagro. Y poco después unos cuantos más. Dice Pseudo que estoy en racha. Ojalá. Yo no voy a decirlo muy alto no vaya a ser que se me gafe. Lo que sí es cierto es que siguen pasando cosas buenas. Absurdeces microscópicas sin la más mínima importancia que sólo me hacen ilusión a mí. Pero buenas, que tal y como estaba el tema últimamente, se agradece, la verdad. Cosas como estas:

-Tengo un número par de seguidores en twitter y en el blog. Esto lo escribo ahora y dentro de 30 segundos alguien me hará unfollow y me enmendará la plana, pero mientras escribo esto, es así. Y nunca había coincidido hasta ahora. Lo guay del tema es que sea a la vez y que sea PAR y para que entendáis mi emoción, tengo que contaros lo que es, de lejos, mi manía más absurda.

Me ponen nerviosa los número impares. No sé, me parece que están como inacabados, descuidados. Una gilipollez, ya lo veis. Pero bueno, hay gente que no soporta que se queden las puertas de los armarios abiertas o los bolis destapados y a mí me pasa esto, que cuando veo que tengo un número impar de mensajes en el móvil, borro uno. Y cuando en mi bandeja de entrada los correos no son pares, hago limpia. En twitter y en el blog no puedo hacer nada, depende de vosotros. Y ahora mismo, en este instante, son pares. Y la vida es un poco mejor. (Y yo estoy fatal de lo mío, ya lo sé)

-Han hablado de mí a mis espaldas. Bien. Y me he enterado, lo cual, además de ser la leche de difícil, mola millones. Resulta que alguien le dijo a Speedybrother (sin saber su identidad secreta ni la mía) que era fan de una superheroína de mallas verdes (es decir, la menda lerenda). Que ya me seguía en mis primeras superaventuras y que la novata que me ha sustituido defiende al mundo mucho peor que yo. ¡¡Ayyyyyy, como me flipa enterarme de estas cosas!!

-Justo ahora que la blogoesfera está desinflada total ha visitado este blog alguien que no esperaba. Que igual no es quien yo me creo, porque los chivatazos de mi Statcounter son más bien dispersos, pero bueno, que de ilusiones también se vive, ¿no?  Lo que sería guay es que le gustara como escribo y que se quedara, aunque eso igual ya es mucho pedir, claro.

-He cazado una de esas felicitaciones laborales tan chulas como poco frecuentes. El jefe de mi jefe le ha puenteado para decirme (por una vez en su vida, que él no es nada dado a estas cosas) que "buen trabajo". Ahora me toca dar la cara en una movida, lo que es a la vez un marrón y un voto de confianza. Cruzo los dedos.

Y nada... ya veis que son todo tontadas, pero como muchas veces aguantáis mis lloriqueos, he pensado que también hay que contar lo bueno, ¿no?  Aquí a las duras y a las maduras.

lunes, 16 de septiembre de 2013

¿Pro-barba o anti-barba?

Sabes que el síndrome premenstrual te ha pegado fuerte cuando te deja tocada media tarde que el tío bueno protagonista de la película o serie de turno muera, o sufra o no se lleve a la chica.

(*Inciso
Que ya que sale el tema, por cierto, aprovecho para hacer desde aquí una petición a los guionistas: señores, por favor, más finales felices. Que tendrán menos posibilidades dramáticas y menos intensidad y blablablá, pero que la vida ya es muy dura de por sí como para ir añadiendo motivos de tristeza. Que por lo menos en la pantalla las cosas salgan bien y que nos ilusionemos pensando que a nosotros nos puede pasar lo mismo. Y si luego no nos ocurre, pues ya apechugaremos y decidiremos como cruzar ese puente cuando lleguemos a él. Hasta entonces, señores, insisto: más finales felices. POR FAVOR.
Fin del inciso*)

Total, que yo estos días tengo un síndrome premenstrual como la copa de un pino. Normalmente lo mantengo a raya a base de chocolate, pero hoy mi despensa estaba vacía y he tenido que aplicar medidas drásticas: una buena sesión de maromazos. Y antes de que alguno por ahí se imagine cosas que no son, os diré que he tenido un finde colapsado por las obligaciones familiares y que los maromazos sólo los he visto en foto. DESGRACIADAMENTE. (Lo aclaro, que si no, luego empezáis rumorazos por ahí de que he ligado y que si tal y que si Pascual... Y no es el caso de estos días. Ya me gustaría a mí)

Total, que revisando fotos de tío buenorros se me ha ocurrido el tema de la entrada de hoy: la barba. Que así, como tema para un post parece poca cosa, pero que si los pensáis con calma, es un asunto polémico, en el que hay opiniones para todos los gustos:

-La de ellOs, que están hasta el gorro de afeitarse día tras día y viven la barba como el paraíso de la liberación de las cuchillas rebana-cuellos y el infierno de tener que levantarse 15 minutos antes para añadir un trámite más a la higiene mañanera. A FAVOR

-La de ellAs con novios barbudos, que están hasta los mismísimos de pincharse y rasparse la cara en los momentos más inoportunos. EN CONTRA

-La de ellAs sin obligación de convivir a diario con barbas ajenas y que sólo la tienen en cuenta como un factor estético. AQUÍ HAY DE TODO

Yo solía ser anti-barba total, más que nada porque Speedydad la lleva y los maromazos que la usan me recordaban un poco a él, lo que les suma puntos en simpatía, pero se los resta en sexidad. Sin embargo, después de ver algunas de las fotos que he estado revisando hoy, mi oposición frontal a la barba se tambalea. Y es que quien la sabe llevar, la sabe llevar. Por ejemplo, un, dos, tres, responda otra vez:

-Mi George, que llevaría bien hasta una bolsa en la cabeza. Que os voy a contar que no sepáis


-Sean, el ejemplo viviente de que hay tíos que envejecen muy requetebién. Y no os pongo una foto de cuando era un 007 para que comparéis, que todo el mundo tiene un pasado, y no es cuestión de recordarle a Sean sus malos tiempos.


-Manolo. Este pobre yo no sabía ni que existía hasta que le vi con barba. Antes era en plan: "¿Moreno? ¿qué moreno? Si no ha salido en la película ningún moreno" y después era más en plan.: "¿Dónde has estado el resto de mi vida?"


-El Doctor House, o la demostración más clara de que un tío feucho con ojos saltones puede ser hasta interesante si acierta con el look. Y a las pruebas me remito

 
-Mi chiqui, que está guapo con barba, sin barba, haciendo el pino o tocando la batería. Como sea.


Y después de esta sesión, ¿qué? ¿Queda alguna anti-barba por ahí?

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Más milagros

A saber:

-El maravilloso operario que me arregló el Rayo destructor de Malvados en un pis pas ya me ha llamado para ponerme los misiles en el techo de mi superguarida. Para que me cambiaran el rayo tuve que esperar un año y para esto, dos días. No salgo de mi asombro, creo que me debe de haber tocado la lotería del Karma esta semana o algo así. ¡Qué flipe!

-El otro día recibí el último de mis regalos de cumple, una plancha de pelo MILAGROSA que ha conseguido dominar mi totalmente incontrolable estilismo capilar. En serio, no sé qué tipo de superpoderes tiene ese aparato, pero me deja la melena lisa y perfecta. Esto me ha permitido esta semana ir peinada a los sitios, una experiencia totalmente novedosa para mí y los de mi entorno. Mis compañeros de teatro han flipado. Los de mi curro han alucinado. La Speedyfamily hasta me ha preguntado si algún supervillano me ha atacado con una descarga que ha eliminado toda la electricidad estática de mi cuerpo. Este es un momento histórico de mi evolución estética. No os digo más que estoy por hacerme una foto para inmortalizar el acontecimiento...

-Y el milagro definitivo, lo más de los más, la repanocha montada en bicicleta:

¡¡¡¡HE APROBADO ALEMÁN!!! ¡¡¡OEEEEEEEE, OE, OE, OE!!!

Sí, amigos, contra todo pronóstico, habemus aprobado. Increíble, pero cierto. ¿Cómo? No lo sé. Y no pienso ni planteármelo. Adióssssss curso pasado, hola curso nuevo. ¡¡¡¡Biennnnn!!!!

Ni idea de qué santo ha patrocinado mi semana, pero con los tres pedazo de milagros que ha obrado, se merece que lo canonicen, YA MISMO. Y oye, que si quiere apuntarse algún tanto más a mi costa, así como para rematar la faena, que me mande un maromazo de ojos verdes, que ya haré un esfuerzo para encontrarle alguna utilidad. Fijo que se me ocurre algo. ;P

jueves, 5 de septiembre de 2013

¡¡MILAGRO!!

Como dice la canción, la vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Ha pasado algo totalmente inesperado, un bombazo informativo de los que hacen época. Pero para que entendáis la magnitud de este hecho sin parangón, tengo que empezar por el principio, que hay cosas que aún  no han salido por aquí. Aunque no sé si debería contaros esto por cuestiones de seguridad internacional, la verdad. Pero bueno, vosotros sois de fiar y la audiencia de este blog últimamente tampoco es para tirar cohetes, así que no creo que haya peligro.

Yo vivo en una superguarida alquilada. Esto tiene muchos inconvenientes y unas pocas ventajas, como que es mi casero el que tiene que pagar el mantenimiento del Rayo de Vigilancia de Malvados, que para eso es suyo y no mío. Hace un año el tormentón del siglo se cargó todos los sistemas de seguridad de este dispositivo y lo dejó totalmente inutilizado. Cuando pasó yo, amablemente, le comuniqué el problema a mi casero y le aconsejé que lo solucionara cuanto antes, porque el mundo estaba muy desprotegido sin ese aparato. Y el tío no me hizo ni caso, oye, como si oyera llover.

Dos semanas después, en vista de que el inútil ese no se coscaba y que la Humanidad seguía en peligro, me armé de paciencia y llamé a su oficina:

-(Speedy).- Blablablá la tormenta, blablablá, el rayo, blablablá si no lo arregláis vamos a morir todos.
-(La lerda de la oficina).- Ah. pues eso es cosas suya, llame a su seguro
-Vamos a ver, yo no tengo que asegurar nada, el rayo es vuestro, el seguro lo pagáis vosotros. ¿O también queréis que pague la ortodoncia de los hijos de todos los de vuestra oficina?
-Nosotros le dimos el rayo en perfectas condiciones, si lo ha roto usted, usted lo paga.
-Pero es que no lo he roto yo, lo ha roto la tormenta.
-¿Estaba bien cuando se los dimos?
-Pero el caso es que ahora está estropeado y la Humanidad...
-¿Estaba bien cuando se los dimos?
-Te recuerdo que el mantenimiento es vuestra responsabilidad y...
-¿Estaba bien cuando se los dimos?
-Pásame con tu jefe, anda, que tú has entrado en bucle y me estás poniendo tan cardíaca que al final no me voy a poder contener y te voy a freír con los rayos que me salen por los ojos.

Hablé con su jefe, con el jefe de su jefe y con el jefazo total, todos al mismo nivel de inutilidad absoluta de la lerda del teléfono y mis niveles de cabreo empezaron a descontrolarse. Mi amabilidad inicial se transformó en seriedad, luego en severidad y al final llegaron los gritos y las amenazas de romper unas cuantas piernas. En concreto yo las de todos los de esa oficina de inútiles. Parece que la demostración de buen talante al más puro estilo Capone funcionó y por fin dijeron que arreglarían el rayo. Yo me quedé medio tranquila hasta que dos meses después seguía sin saber nada del tema y llamé para recordarles mis argumentos de peso:

-¿Qué taaaaaaaaaaal? ¿Habéis visto los pantalones tan preciosos que se llevan esta temporada? Es una pena que vosotros no vayáis a tener piernas en las que ponéroslos...
-Ah, sí, sí, el rayo, ahora vamos.

Al día siguiente aparece en mi superguarida un operario rumano que mira 5 segundos el dispositivo y dice que lo deja niquelao en dos patás con un poco de masilla. Dos días después vuelve el genio ese con su jefe diciendo que lo habían visto mal, que el rayo está roto por la base, que hay que cambiarlo entero y que cuando encuentren uno del mismo tamaño y potencia me llamarán.

A estas alturas ya vais cogiendo a qué ritmo va esta historia así que no os sorprenderá cuando os diga que no supe nada de ellos hasta que tres meses después me llamaron con esta buena nueva:

-Ya tenemos un rayo que sirve, pero los de la oficina de inútiles no nos aprueban el presupuesto, llámales tú a ver si hay más suerte.

Y me faltó tiempo, claro

-Holaaaaaaaa, ¿¿¿¿¿qué taaaaaaaaalll????? Iba a compraros un esmalte de uñas precioso, pero después he caído en que sin brazos y piernas no vais a poder usarlo...

El presupuesto se aprobó al día siguiente pero, inexplicablemente, allí nadie me arreglaba el rayo. Cuando llamé al rumano para preguntarle, me dijo que le felicitara, que había encontrado a la mujer de su vida y que se volvía a su país para casarse con ella, que los de la oficina de inútiles buscaban nuevos operarios y que el proceso para arreglar mi problema empezaba de cero. Yo le di la enhorabuena por su próxima boda, colgué y traté de ahorcarme con el cable el teléfono.

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡OTRA VEZ NOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!

Contra todo pronóstico, antes de verano y después de 10 meses con el rayo roto, fue uno de la oficina de inútiles el que me llamó a mí:

-¿Ya le han arreglado el dispositivo?
-¿Te estás cachondeando?
-No, no, que yo soy nuevo y he visto que se ha traspapelado su expediente... lo voy a volver a cursar.
-Haz lo que quieras...
 
Qué queréis que os diga, a esas alturas me había rendido. Lo siguiente a partirle las piernas a alguien es liquidarle, pero lo muertos no pagan reparaciones de Rayos de Vigilancia, así que me iba a quedar igual. A la Humanidad le tocaba aprender a sobrevivir sin el aparato, no quedaba otra. Y cuando ya estaba totalmente resignada, ayer suena mi teléfono

-Hola, te llamo de parte de la oficina de inútiles, creo que tienes un problema con un rayo, ¿me puedo pasar ahora a verlo?

Pensaba que me quedaban por delante otros 10 meses de calvario, pero dos horas después el operario nuevo me había cambiado el rayo por uno nuevo, detectado y reparado un fallo en el escudo protector de mi superguarida del que yo no me había dado ni cuenta y llamado a los de la oficina de inútiles para instalarme unos misiles nuevos en el techo. ¡¡ÉL SOLO!! Sin que yo tuviera que pedirle nada... Creo que me he enamorado.

Y que los milagros existen.

martes, 3 de septiembre de 2013

Pre-vuelta al cole

El fin de las vacaciones y la vuelta al cole siempre es dura para todos. Eso es una verdad innegable. Pero también hay que reconocer que unas son más difícil que otras y, en una escala del 1 al 10, la mía va a ser un horror del 20. O más. Y es que me espera una a la vuelta... que no lo quiero ni pensar.

Sobre todo porque mi sufrimiento ha empezado ya, en la segunda mitad de mis nunca suficientes días libres. Para empezar, porque mi ya casi inminente cate en alemán ha estado todo el verano ahí, acechando, y ahora, a las puertas del examen, es más evidente que nunca. Para seguir porque, aún no sé como, algunos marrones laborales han perforado mi sólido muro de incomunicación vacacional y me ha tocado pringar cuando no debería. Y para terminar porque intuyo el horror de año que me espera, tengo la certeza de que va a ser mortal de necesidad, pero aún no sé las formas concretas en las que me va a torturar, los momentos y lugares específicos. Y eso es un sinvivir.

Los miedos difusos son aún más intensos que los terrores definidos porque, como no sabes a lo que temes, te imaginas lo peor. Y ese es mi problema ahora, que me pasa lo que a Sócrates: sólo sé que no sé nada. Y así no hay forma de organizarse.

Obligada por las circunstancias, me he metido en un millón de movidas (muchas más de lo habitual, que ya es decir) tremendamente difíciles de compaginar. Ahora sospecho que muchas van a coincidir en el tiempo y necesitaría saber los horarios exactos de todas para empezar a hacer encaje de bolillos y tratar de llegar a todo. El problema es que esos horarios no los tendré hasta que cada una de las movidas empiece y entonces ya será tarde: todo se habrá amontonado y el caos total se instalará en mi vida. Desde el minuto uno. ¡YUJÚ!

Se masca la tragedia y para intentar evitarla, mis días previos a la vuelta al cole transcurren tal que así: Si intento mover A y ponerlo a otra hora, puede que llegara al principio de B, siempre que no hubiera tráfico, claro. Lo que pasa es que modificar el horario de A no depende de mí, así que igual se queda como está y tengo que apañármelas sin llegar a B. El problema es que eso ya me va a ocurrir dos días a la semana por culpa de C y tampoco puedo saltármelo siempre. Pero si intento hacer el cambio en C, a lo mejor llegaría, lo que pasa es que es por sorteo y el sorteo es después de que haya tenido que elegir el grupo de D y dependiendo de eso pues...

En fin, ya os hacéis una idea de como está siendo mi pre-vuelta al cole: el horror. Y sólo tengo una cosa clara: que la vuelta va a ser aún peor. Madre del amor hermoso, la que me espera.

sábado, 31 de agosto de 2013

Casi como si hubieras estado

Lo malo de que no estés aquí es que no estás aquí, claro. Y no te voy a engañar... eso es una caca de la vaca Paca, la verdad. Lo bueno (porque en eso estamos ahora, ¿no? en sacarle el lado positivo a lo que sea) es que no me queda otra que usar la imaginación. Y la empleo tantísimo que estás a full. Estás mucho más de lo que seguramente podrías estar en vivo y en directo. Y eso mola.

-Has estado conmigo en la playa (¿cuántas posibilidades había de que vinieras de otra manera? Una entre un millón) y te he ganado jugando a las palas (de eso las probabilidades eran de una entre un Billón)

-Has jugado al pilla pilla, al escondite y a saltar olas con los Speedysobris hasta conseguir lo imposible: que cayeran rendidos.

-Hemos ido al karaoke. Y SÍ, has subido a cantar. Porque en mis imaginaciones mando yo. Y porque las apuestas se pagan.

-Has arreglado la hamaca del jardín, la que siempre suele estar descolocada, y las has declarado oficialmente tu territorio siestero exclusivo. Cada tarde ha habido incursiones hostiles de alguien de la Speedyfamily tratando de reconquistar terreno, pero has conseguido rechazar con éxito todos los ataques.

-Has sido el cocinero oficial de la barbacoa que hice con mis amigos por mi cumple y ahora la Real Academia de la Lengua está estudiando añadir al diccionario un término nuevo. Uno que sirva para calificar toooooooodo lo quemadas que acabaron el 99% de las chuletas ese día. Y es que aún no hay una palabra para expresar ese nivel de desastre.

-Hemos estudiado alemán. Bueno... yo he tratado de hacer los ejercicios y tú te has dedicado a  despistarme todo lo que has podido. Pero luego has aguantado estoicamente mis ensayos de monólogo sobre comprar en Internet, o qué medio de transporte prefiero o mis aficiones. Y después de 3 minutos de chapa en un idioma del que no tienes ni papa, has contestado cada vez que "suena estupendamente". Y me has ayudado a repasar vocabulario preguntando cosas básicas del tipo "¿cómo se dice primavera? ¿o quiosco? ¿o helado?  ¿o garaje? ¿o tergiversar?"  ¿¿¿¿¿¿Tergiversar????? ¿Cómo voy a saber yo cómo se dice eso en alemán?

-Has jugado y (CONTRA MI RECOMENDACIÓN) ganado a Speedydad al poker No sabes donde  te has metido, moreno. Ahora cada vez que mires sobre tu hombro encontrarás un superhéroe inasequible al desaliento pidiéndote la revancha.

Ha sido un verano guay. Casi como si hubieras estado aquí. Casi.

martes, 27 de agosto de 2013

Tácticas infalibles para catear un examen de alemán

-Planear empezar a estudiar el 1 de julio y al final ponerte el 15 de agosto

-Hasta ese día, olvidarte completamente de que lo que tienes pendiente y cuando te preguntan contestar: ¿Alemán? Noooo, yo no estudio alemán. ¿Qué año es? ¿En qué país estamos? ¿Speedy? No. Yo no conozco a ninguna Speedy.

-Vivir continuamente inmersa en el caos total de una convención de Speedysobris permanente.

-Pasarte el 80% del día atando cordones, o cortándole a alguien el filete de carne en trocitos pequeños o vigilando que no se ha puesto la camiseta del revés o haciendo carreras de farola a farola.

-Ir a la playa antes de estudiar alemán. Ir a la piscina antes de estudiar alemán. Salir de cañas antes de estudiar alemán. Acabar el libro que tienes a medias antes que estudiar alemán. Ira comprar el periódico antes de estudiar alemán. Fregar los platos antes de estudiar alemán. Quitar el polvo antes de estudiar alemán.

-Pensar en quien no tienes que pensar en lugar de estudiar alemán.

-Engancharte a una serie malísima de hace mil años y tragarte un capítulo antes de estudiar alemán.

And so on...

jueves, 22 de agosto de 2013

Groucho tuitero

Desde que el tema se ha puesto tan increíblemente cuesta arriba y ver los informativos da más ganas de cortarse las venas que nunca, yo me DESinformo principalmente a través de twitter. Más que nada porque datos reales y objetivos, desgraciadamente, no dan en ningún medio de comunicación y leyendo tweets por lo menos me río al enterarme de las malas noticias. Que, tal y como está el patio, es lo único que se puede hacer.

Pensando en eso, me he acordado de alguien que ha estado de actualidad estos días por el aniversario de su muerte y que habría sido el tuitero más gracioso del mundo si ese invento del demonio hubiera existido en sus tiempos. Cuando me entero de alguna de las muchas cosas surrealistas total que ocurren en el panorama político español cada dos por tres siempre me pregunto: ¿Qué habría dicho el gran Groucho? Quizá algo de esto:

-Cuando  la Cospe aclaró tan bien lo de la indemnización en diferido de su extesorero favorito, él habría contraatacado con argumentos también sencillos como "la parte contratante de la primera parte será considerada como la parte contratante de la primera parte". Y si ella hubiera insistido en que estaba todo clarísimo, él habría contestado "claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!"

-Ante las soluciones milagrosas contra la crisis que ha propuesto más de un iluminado, como las duchas frías o las bombillas puede que hubiera soltado una sentencia de las suyas tipo "es mejor estar callado y parecer tonto, que hablar y despejar las dudas definitivamente". Y después les habría revelado el secreto para evitar agobios y problemas económicos: "la felicidad está hecha de pequeñas cosas: Un pequeño yate, una pequeña mansión, una pequeña fortuna".

-También tendría la respuesta perfecta para esas aclaraciones tan clarísimamente claras del presi, que dice que todo es falso salvo alguna cosa, a las que Groucho habría contestado algo a ese nivel de claridad como "no puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo".

-Si tuviera que opinar sobre los que copan titulares y portadas cada día por sobres, contabilidad B, ERES fraudulentos y cuentas en Suiza, seguramente diría que "sólo hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntárselo. Y si responde sí, entonces sabes que está corrupto". Y cuando el político de turno hubiera insistido una y otra vez en su inocencia él le habría regalado otro argumento para su defensa: "A quién va usted a creer, ¿a mí o a sus propios ojos?

-Si un partido político le hubiera querido fichar les habría saludado con un "disculpen si les llamo caballeros, pero es que no les conozco muy bien" y seguidamente les habría asegurado que "nunca pertenecería a un club que admitiera como socio a alguien como yo". Aunque bueno, luego les habría aclarado que "estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros".
.
-Y por supuesto los que taaaaaaaan bien nos gobiernan y los que taaaaaaan estupendamente hacen oposición le deben a Groucho su frase favorita, la que repiten a todas horas: "Todavía no sé qué me vas a preguntar, pero me opongo".

Así que, visto como está el tema, a mi sólo me queda decir lo que diría este genio del humor: "Todo el mundo debe creer en algo y yo creo que voy a seguir bebiendo, discúlpenme".

Ale... por la sombra, bombones.

lunes, 19 de agosto de 2013

Lo que NO quiero

Creo que era Jean Cocteau el que decía que la juventud sabe lo que no quiere antes de saber lo que quiere. Pues chico, no sé a vosotros, pero yo ya voy teniendo mis añitos y a mi me está pasando al revés. De pipiola todo me parecía estupendo. Veía a mi alrededor relaciones, trayectorias laborales o parejas y muchas de ellas me parecían estupendísimas para mi vida, pensaba que estaría bien tener algo parecido, que me podrían valer. Ahora la mayoría no pasan el corte.

Será la experiencia. O que me he vuelto raruna. No sé. Pero el caso es que un alto porcentaje de los elementos de mi entorno ya no me convencen. Ahora pienso muy poco "¡quiero un novio como ese! y mucho "yo no saldría con alguien así ni de coña". Poquísimas veces me parece que alguien tiene un trabajo genial al que me gustaría dedicarme y, sin embargo, casi siempre detecto enseguida los puntos negativos que no compensan a los positivos en esa maravilla laboral. Prácticamente nunca me creo las historietas de esos felicianos de la vida que aparentan vivir sin una problema ni medio. Porque lo que está claro es que aquí cada uno tenemos lo nuestro. Esto es así y es así.

Cada vez veo por ahí más gente que tiene amigos que yo no aceptaría, relaciones en las que no participaría y chantajes emocionales que no permitiría. No sé si estoy incluida en la juventud a la  que se refiere Cocteau en su frase, pero tengo claro lo que NO quiero. Y conforme pasan los años, cada vez más. Por suerte.

lunes, 12 de agosto de 2013

Horchata en las venas (reloaded)

Esto lo dije en su día, allá por el Pleistoceno superior, cuando empezaba con el blog y no me leía ni el tato. Un verano más, me toca enfrentarme a hordas de becarios nuevos y sigo pensando exactamente lo mismo. Así que insisto.

La mayoría de la gente cree que los superhéroes venimos de otro planeta, nos transformamos porque nos muerde un bicho radioactivo o somos el resultado de algún experimento. Y esto sólo es cierto a medias. Los superhéroes no sólo nacemos, también nos hacemos. Aprender a manejar poderes extraordinarios no es fácil y casi nadie lo hace solo, como aparece en las películas o en los comics. Para convertirse en un eficaz defensor de la justicia, hace falta esfuerzo, dedicación y bastante ayuda. El mejor truco es aprender de los experimentados porque en la lucha contra el mal, como en todo, más sabe el diablo por viejo, que por diablo.

No es que tengamos escuelas de Superhéroes como los X-Men (qué desilusión, ¿eh? Ya me imagino que más de uno pensaba pedirme una visita guiada por estos centros), pero sí que tenemos becarios que nos acompañan en las aventuras más sencillas. No los habéis visto porque cuando se libra una batalla, entre la adrenalina, la emoción y el riesgo de muerte, nadie se fija en los detalles. Pero los becarios están ahí, discretos, callados, absorbiendo conocimientos.

O al menos, antes era así. Las nuevas generaciones han cambiado mucho. A la mayoría no les interesa nada, ni tienen la más mínima ilusión. Parece que te acompañan por obligación. Que te dan ganas de decirles: "A ver, hijo mío, ser superhéroe no es fácil. No tienes horarios fijos, ni tiempo para ti, ni seguridad social ni pensión de jubilación cuando te retires. Te va a costar años hacerte un nombre y en cuanto te retires caerás en el olvido en menos de un segundo. Si este trabajo no te encanta, si no es tu vocación de verdad, déjalo ya y no pierdas años de juventud. Estudia oposiciones y hazte funcionario, que es lo mejor para llevar una vida tranquila".

Y que conste que yo entiendo que los comienzos son duros. Porque los becarios participan en la misión, pero luego no salen en la foto de portada del periódico y el público no les aplaude. Y además tienen que hacerse cargo de las tareas más tontas, para ir practicando. ¡Pero son sus primeras aventuras, deberían hacerles ilusión! "Vale, has bajado a un gato de un árbol con tu poder telepático, no es precisamente el colmo de la emoción. Pero ¿qué quieres? ¿Que tu primer encargo sea rescatar a Sara Carbonero? Pues para dejarla impresionada tendrás que ensayar antes con el gato, ¿no te parece? Que esta chica tiene mucho mundo."

Pero si hay algo que de verdad no comprendo es su falta de iniciativa. Vale, acabas de empezar, te queda todo por aprender, pero hombre, pónle ganas. Que se note que te esfuerzas. Si te pido que me ayudes cortando el paso al supervillano de turno por la derecha y te encuentras una valla, sáltala. O rodéala. O fúndela con los rayos que te salen por los ojos. Haz un túnel en el suelo, busca un atajo, pregúntame... no sé, sé creativo. Que no parezca que has pensado "Ups, una valla, como no puedo pasar voy a tumbarme al sol a ver si se me iguala el moreno, que el supertraje de verano me ha dejado marca".

"HAZ COSAS. Si no funcionan lo voy a entender y si metes la pata no me voy a enfadar. Todos la cagamos en las primeras... no sé, 1.200 misiones más o menos. Si yo te contara mi primera vez..." (Uhmmm, esto tengo que contarlo un día por aquí)

Es como si tuvieran horchata en las venas, no hay forma de ponerles las pilas. A este paso voy a tener que chivarles hasta lo más básico: "Venga, apúntate a todas las movidas que tengan que ver con fuegos, que seguro que está por allí Iceman y su becaria de este año está que cruje". Si es que hay que decírselo todo...