miércoles, 28 de julio de 2010

¡Esto es la guerra!

Cada verano lo mismo. Llega el calor, los termómetros se disparan y empieza la guerra. Una lucha encarnizada y cruel, despiadada, sin prisioneros, a vida o muerte. Fuera el asfalto se derrite. Dentro se congelan hasta las ideas. Los termostatos humanos se descontrolan: mientras unos mueren asfixiados, otros sucumben a los síntomas de hipotermia, y el enfrentamiento es inevitable. Ha llegado la batalla por el control del aire acondicionado.

La temperatura a la que debe estar un habitáculo en el que conviven varias personas es siempre fuente de agrias polémicas, pero en los centros de trabajo el conflicto se agudiza. Será que son ambientes de mucho estrés, será que son labores que requieren de concentración o será que la gente está de mala leche por tener que currar en lugar de torrarse en la piscina como hacen los afortunados que SÍ están de vacaciones. Pero el caso es que el aire acondicionado es la mayor causa de discusión en los ambientes laborales durante la época estival.

El enfrentamiento tiene sus fases, claro. Como suele pasar con todo, empieza suavecito.
-¿Os importa si quito el aire?
-Pero si hace mucho calor. Veeeeeenga, lo que quieras...

Pero pasan los días y la gente se va quemando. Los calurosos pasan calor, los frioleros se hartan de pasar frío y empiezan a aparecer las indirectas al más puro estilo Gila, que quería hacer confesar a un criminal a base de insinuaciones ("alguien ha matado a alguien, alguien es un asesino..."). Eso sí, estas indirectas son más directas, se enfatizan con muchísima intención y mirando directamente al rival:
-¿Y esa bufanda?
-Es que me duele la garganta del aire acondicionado. Pero bueno, me preocupa más que esta mañana se me cayeran dos dedos de una mano a causa de los síntomas de congelación.

Llega un momento que las indirectas no son suficientes y hay que pasar a la acción física. No digo que se llegue a las manos (casi nunca), pero se aparca definitivamente el más mínimo asomo de educación.
-¡Que quitéis el aire, coño, que no se puede trabajar tiritando!, dice uno dirigiéndose iracundo hacia el termostato.
-Pues si tienes frío te traes una chaqueta, que fuera hace 40 grados y yo no tengo por qué sudar como un cerdo, dice otro levantándose inmediatamente después para volver a cambiar la temperatura del aparato.

A partir de ahí ya empieza una pelea de gallos, un duelo de miradas torvas y de amenazas expresadas a través del lenguaje corporal que gana el que más consistencia física tenga, el que cuente con más apoyos entre los compañeros o el que se esté tirando al jefe/a, directamente.

A mí, que no me gustan los problemas, me llevo la camiseta de tirantes más escotada que tengo debajo del plumas más calentito de mi armario y vivo feliz. No quiero líos, que tengo una identidad secreta que proteger.

7 comentarios:

  1. Aysss que tiempos aquellos, cuando había guerras por la temperatura, mas encarnizadas cuando había chicas. Ahora no me pasa, ahora tengo y aire pra mi solo.
    Saludos.

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  2. En Sevilla yo llevaba unos calcetines largos, bufanda y chaqueta gruesa a la oficina. A 17ºC tenían siempre puesto el AA los muy salvajes.

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  3. Mi coche está a 16º, que es la temperatura perfecta para estar en manga corta y vaqueros, como todo el mundo sabe.

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  4. Babilonio, pues más tranquilidad para ti, las guerras del aire acondicionado son crueles.

    Cattz, ¿y cómo no te llevabas la manta térmica? ¡Es lo único que te faltaba!

    Efe, sí, 16 grados es la temperatura ideal para que los pingüinos que te acompañan en el coche estén a gusto. Hay que cuidar a los pingüinos, que son estupendos compañeros de viaje.

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  5. A mí me ha ocurrido tener que beber más vino en el restaurante para intentar entrar en calor por estar más helao que un chamby. Claro, los camareros van a todo gas y lo agradecen pero estando quietecito en una silla...

    Sentido común es lo que falta, narices!

    PD. Lo de Gila y su "alguien ha matado a alguieeen" me encantaba XD

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  6. Efe, eres tonto. Es mejor que tus acompañantas pasen calor y se quiten ropa...
    Imaginate a speedy en plumas..sexi..sexi...

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  7. JuanRa, es verdad, en los restaurantes a veces se pasa un frío... xo no sé yo si lo de beber vino es sólo por el aire acondicionado XD


    Goethita, yo estoy sexi en plumas, con abrigo, haciendo el pino... Ummm... creo que estabas siendo irónica... pero por qué te metes conmigo, joooooooooo, ¡yo que te he hecho!

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¡Eh, no te vayas sin decir nada! No tengo el superpoder de leerte la mente.